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Mente en Calma

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mindfulness

Superar el miedo con mindfulness

por Olaya M. Acebal 4 comentarios

No  lo creerás, pero mientras escribo estoy sobrevolando Australia, camino de Nueva Zelanda. Sí, ¡como lo lees! Y desde que puse el pie en este avión hace ya unas 9 horas, no he dejado de pensar cuánto he evolucionado yo, mi relación con mis miedos y muchas cosas en mi vida gracias a mindfulness... Te lo explico:

Hace muchos años, tendría yo unos 7, los Reyes Magos me trajeron una bola del mundo. En aquel momento yo ya “sabía” que la Tierra era redonda, pero creo que era la primera vez que la veía redonda realmente. En la mesa de la cocina, mi padre me estaba ayudando a comprender ese nuevo “juguete” inesperado que, a simple vista, ofrecía pocas posibilidades de entretenerme y que los Reyes habían tenido a bien traer.

Tras confirmar mis peores sospechas: que aquello no servía para jugar, pregunté con resignación “¿Y para que sirve esto entonces?” “Para descubrir el mundo”, me contestó mi padre… Y confieso que su respuesta captó mi interés.

Lo primero que mi padre me propuso fue averiguar dónde estábamos: localizarnos. Recuerdo sentirme ciertamente desencantada al descubrir el diminuto tamaño de España en comparación con otros países y comprobar que, para colmo, estaba "torcida" y no como la mostraban en El Tiempo. Un momento después, se me ocurrió preguntar qué lugar del mundo estaba más lejos de nosotros… Con sonrisa pícara por haber conseguido despertar mi curiosidad, mi padre dio la vuelta al globo y señaló Nueva Zelanda… Mientras yo ladeaba la cabeza para observar mejor esas islas que estaban tan lejos y tan abajo, mi mente bullía con fantasías sobre ese lugar tan lejano...

Desde entonces, Nueva Zelanda siempre ha rondado mi cabeza... en varios momentos de mi vida me ha vuelto la idea de ir ahí, no sé porqué.., y tantas otras veces la he descartado por mil motivos (económicos, de planificación, miedo a volar, no es el momento, es solo un capricho...). Pues bien, 26 años después estoy a punto de descubrirla y quiero compartirlo contigo.

Una increíble serie de factores han tenido que converger para que yo pueda estar aquí hoy y, sin duda, quizás uno de los más decisivos sea mi práctica de mindfulness. Sin ella,  seguramente no me habría sido posible meterme 17 horas seguidas en un avión (sí, ¡eso es lo que dura el vuelo Doha-Auckland! y todavía recuerdo el suplicio que fue para mí un vuelo Menorca-Madrid de a penas una hora en el que pensé que me iba a dar un ataque al corazón y me juré que nunca jamás volvería a volar y menos sin pastillas).

Sin mi práctica, seguramente tampoco habría tenido la claridad mental suficiente para darme cuenta de que este es el momento de hacer este viaje, ni mis creencias limitantes sobre el deber y el merecer me hubieran permitido ausentarme de “mi oficina” durante veintipico días en pleno año laboral un año después de fundar Menteencalma.

Pero es que resulta que este es el momento adecuado, que estos factores seguramente no vuelvan a converger, que con planificación y organización un negocio online permite esta libertad y que la vida está para vivirla, agradecerla y disfrutarla con consciencia. Me he pasado muchos años haciendo lo que se supone que tengo que hacer para lograr sentirme merecedora de lo que creía que deseaba. Afortunadamente, me he dado cuenta de que las cosas no funcionan así y desde este "otro lugar" desde el que veo y vivo mi vida ahora, hoy me voy a Nueva Zelanda...

Con esto no quiero decir que tú también tengas que ir de viaje, jeje, no... Lo que quiero es llamar tu atención sobre esta "tendencia" que tenemos a posponer de forma automática lo que deseamos con mil excusas porque "ya habrá un momento mejor" o porque "cómo voy a meterme en eso con cómo están las cosas"... y así la vida pasa y ese momento ideal nunca llega.... Las circunstancias son las que son y siempre podrían ser mejores, pero te pregunto, ¿en qué medida son las circunstancias las que nos limitan o son los miedos? 

Mindfulness nos enseña muchas cosas, quizás la más importante es que la vida, en realidad, solo sucede ahora: en este preciso momento, el resto es humo. Y si bien conviene planificar y programar, ¡claro!, la costumbre de entregar nuestras necesidades y deseos a un supuesto futuro ideal que no sabemos si va a llegar, no parece la mejor de las estrategias pues nos convierte en espectadores de nuestra vida, en lugar de en los protagonistas.

Mindfulness me ha llevado al compromiso conmigo misma de abrazar mis miedos en lugar de vivir a su dictado. Y eso es lo que intento cada día... y a cada instante (ahora mismo, de hecho, con cada turbulencia...)

 Y resulta que eso lo cambia todo...  por eso te animo encarecidamente a probarlo.

Un fuerte abrazo desde el Hemisferio Sur,

Olaya

PD. Si quieres iniciarte en mindfulness, puedes apuntarte,  a un curso presencial que haya cerca de donde vives.  Y si no lo encuentras, o no tienes disponibilidad horaria, tienes a tu disposición buenos cursos online como los que te ofrece Menteencalma.

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Publicado en: Ansiedad, Autoconocimiento, Miedo a volar, Mindfulness, superación personal Etiquetado como: atención plena, crecimiento personal, limitaciones, miedo a volar, mindfulness, superación personal, superar el miedo

Cómo la Meditación y el Mindfulness transforman tu vida: cuatro mujeres te lo cuentan

por Olaya M. Acebal 4 comentarios

Cuatro increíbles profesionales; cuatro mujeres realizadas y convencidas por experiencia propia del enorme poder transformador de la observación sin juicio nos cuentan qué es para ellas la meditación y qué impacto ha tenido en sus vidas.

En varias ocasiones he compartido contigo el tremendo reajuste interior que supuso para mí empezar a meditar y a practicar Mindfulness; cómo la observación ecuánime alteró profundamente mi relación conmigo misma y con la vida: con mi ansiedad, con los demás, con todo; cómo el silencio me dio acceso a la confianza y a la serenidad que no encontraba y me abrió un nuevo mundo de posibilidades.

En esta ocasión le he pedido a cuatro estupendas compañeras de viaje, cuatro profesionales dedicadas en cuerpo y alma a ayudar a otros a conseguir una vida más plena y libre de sufrimiento a través de la meditación nos cuenten su experiencia personal con esta práctica milenaria y el impacto que ha supuesto la atención plena en sus propias vidas.

Sus testimonios son tremendamente inspiradores y me siento muy afortunada de poder contar con ellas en este blog. Gracias Ana, Lourdes, Alma y María por vuestra generosidad.

Espero que disfrutes de sus historias tanto como yo.

 

Ana Costa

Ana Costa - Zonamindful.com

Ana es psicóloga especialista en Mindfulness y Terapias de Tercera Generación. A través de su blog ZONAMINDFUL.COM ayuda a las mujeres a escuchar su voz interior, a ser fiel a sí mismas, a descubrir quiénes son y quiénes quieren ser, de forma que puedan construir la vida serena y feliz que desean.
  • ¿Qué es para ti la meditación y qué lugar ocupa en tu vida a día de hoy?

Para mí la meditación en estos momentos es algo muy importante que me acompaña día a día. A menudo no tengo tanto tiempo como me gustaría para sentarme en mi cojín a meditar, pero, siempre intento encontrar al menos unos minutos al día (me gusta meditar nada más levantarme) y suelo combinarlo con la práctica informal, es decir, intentar centrar mi atención en lo que estoy haciendo en cada momento, dejando ir lo que no tenga nada que ver con eso.

Entre otras muchas cosas, la meditación me aporta paz y calma interior, me ayuda a organizarme y a poner orden en mi mente, me ayuda a centrarme y concentrarme mejor en lo que estoy haciendo y me ayuda a recargar las pilas y a tener más energía. Y, sobre todo, me ayuda a SER quien soy.

Es mi mejor compañera de viaje 🙂

  • ¿Por qué te acercaste en su día a la meditación y qué ha hecho que te quedaras?

En un momento de mi vida sufrí una fuerte crisis personal que me hizo tocar fondo. Acabé necesitando medicación y tuve que estar de baja médica durante mucho tiempo.

Entonces, por obligarme a mí misma a hacer algo y porque pensé que me vendría bien, empecé a practicar yoga. Y, dado que, al final de las sesiones de yoga, hacíamos también prácticas de meditación, sin haberlo buscado, el iniciarme en el yoga, conllevó que me iniciara también en la meditación.

Fue un inesperado regalo, como un gran balón de oxígeno que supuso un gran cambio para mí desde el primer día. Me hizo ver con claridad lo que estaba haciendo con mi vida, y me dio los recursos y la fuerza necesarios para cambiar lo que necesitaba cambiar.

El yoga y la meditación fueron las cuerdas que me sacaron del profundo pozo en el que estaba sumida, por lo que estaré siempre profundamente agradecida de que aparecieran en mi vida. La práctica de la atención plena me hace tanto bien y me ayuda tanto, que, no solo lo he incorporado en mi vida para mí, sino que también he hecho de ella mi misión de vida para ayudar a otros.

Soy psicóloga, y, cuando superé mi crisis, me formé y me especialicé todo lo que pude en mindfulness (y sigo haciéndolo), con el objetivo de ayudar a otros a transitar los mismos cambios que tuve que transitar yo.  Ese es mi mayor empeño y mi motivación, y en esas estoy cada día.

  •  ¿Qué ha supuesto la entrada de la meditación y la atención plena en tu día a día?

Para mí fue como una revolución. Como abrir las ventanas y que entrara aire fresco por todos los rincones

Ana Costa

Fue como hacer una limpieza profunda y soltar y dejar ir todo lo que ya no me servía. Como darme la vuelta a mí misma, como si fuera un calcetín. Como llegar al centro de mi corazón, a las entrañas de mis tripas, al núcleo de mi mente, y descubrir quién soy en realidad.

La verdad es que no se puede explicar. La única forma de saber lo que supone, es practicar. Por mucho que escriba, y por mucho que me leas, si no prácticas, nunca  sabrás lo que es, lo que significa y lo que te aporta.

Por poner un par de ejemplos, sería lo mismo que si alguien te hablara de sexo, o de la experiencia de dar a luz, o que realmente lo practicaras y lo experimentaras tú. No tiene nada que ver que te lo cuenten a vivirlo. Y, además, es una experiencia íntima y única que cada uno vive y siente a su manera. Para saber lo que es, hay que vivirlo.

Así que, si quieres saber lo que es la atención plena y lo que puede hacer por ti, practica 😉

  • ¿Cuál es el cambio y/o comprensión más significativa a resultas de tu práctica?

Para mí es la puerta de acceso directo a mi SER. La meditación es el espejo que me muestra como soy. Me hace encontrarme cada día con quien soy, con mis sueños, con mis deseos, con mis necesidades, con mis contradicciones, con mi esencia.

Es el altavoz que me conecta con mi voz interior y me ayuda a ser fiel a mí misma, a atenderme y a cuidar de mí en cualquier situación y circunstancia.

Es mi brújula y mi guía interior que me indica el camino por el que quiero seguir, lo que me pide mi alma. Es la lupa que me hace ver mis luces y mis sombras, lo que es valioso de mí y lo que, a pesar de mis miedos, necesito cambiar de mí misma para SER quien quiero ser.

De nuevo, me resulta muy difícil explicarlo, pero, aunque parezca exagerado, para mí es la llave que abre la puerta de la Felicidad.

¡Te invito a practicar y a que lo experimentes por ti mismo! Te aseguro que no te arrepentirás 🙂


Lourdes Pérez  - Slowlou.com

Lourdes es Entrenadora Holística, Bailarina profesional, formadora y terapeuta; es experta en movimiento ergonómico, corrección postural, nutrición y desarrollo del pensamiento constructivo.
Desde SLOWLOU.COM te ayuda a construir una vida sana y equilibrada cambiando el foco hacia tu interior, sin sacrificar tus actividades de ocio ni tu éxito profesional.
¿Conoces su sistema de entrenamiento holístico triangular? Cientos de bailarines lo han descubierto y ahora lo pone a disposición de mujeres de éxito: con mucho que hacer y con poco tiempo para cuidarse.
  • ¿Qué es para ti la meditación y qué lugar ocupa en tu vida a día de hoy?

La meditación es mi momento de entrenamiento mental. Tanto a nivel de claridad como de comprensión. Mis pensamientos y mis emociones toman otro sentido cuando soy capaz de observar la velocidad y dirección que toma mi mente.
Gracias a la meditación puedo tomar decisiones desde una perspectiva más calmada, confiada y generosa.
No concibo una vida sana y feliz en la que la meditación no forme parte de la ecuación, tanto como el ejercicio, la alimentación o el descanso.

  • ¿Por qué te acercaste en su día a la meditación y qué ha hecho que te quedaras?

Supongo que de algún modo mi carrera de bailarina y sus exigencias mentales y emocionales, no sólo las físicas, me demostraba que la mente y la concentración juegan un papel muy importante en nuestra salud y en nuestros resultados.

Cuando comencé a practicar yoga comprendí otra manera de escucharme, de hablarme, sin tantas exigencias y con una mente más relajada. Supongo que ese fue el primer paso hacia la meditación.

La meditación formal sentada apareció en mi vida en el 2005 de la mano de un amigo, supongo que fue curiosidad, intentar ir ”un paso más allá” y observar la mente sin usar el cuerpo como vehículo.

  • ¿Qué ha supuesto la entrada de la meditación y la atención plena en tu día a día?

Una mente mucho más clara y una visión menos truncada de la realidad. Tanto de la realidad que veo como la realidad que pienso. 

Lou

Mi paciencia y aceptación se han incrementado notablemente y mi capacidad de ver las cosas por lo que son, sin dramas, sin juicios, de un modo mucho más ecuánime me ha ayudado a mí y me está sirviendo para ayudar a otros.

  • ¿Cuál es el cambio y/o comprensión más significativa a resultas de tu práctica?

Supongo que lo primero es la serenidad ante cualquier situación, también el desapego a lo que creo que quiero (y que por lo que sea no puedo conseguir) y sobretodo la duda razonable en mis juicios sobre cómo creo que deben ser las cosas en el mundo, en mi vida y sin duda en la de los demás.


María Lezcano - Dharma Yoga y Meditación

María me llevó de la mano a ese lugar de silencio y calma interior que desconocía y tanto necesitaba. Desde nuestro primer encuentro supe que algo sustancial había cambiado en mí, que había contactado con algo muy valioso.
María es instructora de meditación, profesora de yoga y terapeuta transpersonal. Desde DHARMA YOGA Y MEDITACIÓN contribuye al crecimiento personal y desarrollo interior de las personas. Imparte clases a domicilio y desde su maravilloso centro en Las Rozas de Madrid

¿Qué es para ti la meditación y qué lugar ocupa en tu vida a día de hoy?

Comencé a meditar hace 20 años con mi maestro y amigo Ramiro Calle. Desde entonces comenzó un nuevo camino a recorrer en mi vida. Un viaje con un principio, pero sin un final. No se trata de llegar a ningún lado, ni existe una meta, sino un caminar día a día, descubriendo, aprendiendo, y comprendiendo.

La meditación es dejar de buscar fuera las respuestas que ya están dentro de cada uno, AQUÍ Y AHORA.

María Lezcano

Es girar la mirada hacia todo un mundo interior desatendido. Es soltar poco a poco los automatismos y vivir una vida más presente, más consciente, mas armónica. Es encontrarte con tu ruido y con tu silencio, aceptando este momento tal y como es, comprendiendo y abrazando nuestra aparente realidad para comprender y recordar lo que verdaderamente somos: AMOR. Es desprenderte poco a poco de todo aquello que ya no necesitas y que limita tu vida a través de comprenderlo, integrarlo y trascenderlo.

La meditación es ante todo un método que entrena y desarrolla la mente, que poco a poco nos permite ponernos más en la posición de testigo u observador de lo que sucede a nuestro alrededor sin vernos enredados y arrastrados por todos los procesos mentales.

Hoy en día siento que la meditación y el silencio son la puerta de acceso a mi mundo interior, el camino para recordar mi auténtica y verdadera esencia y reencontrarme. Un camino de observación y autoconocimiento que nos ayuda a traer consciencia día a día y comprender mejor los escenarios que la vida nos va trayendo. La práctica de la meditación es uno de los pilares en mi vida a día de hoy, y está totalmente integrada en mi vida, no solo en mis practicas formales sentadas sino en todos mis actos cotidianos en los que la atención plena está presente.

Actualmente tengo el placer de acompañar a muchas personas en su camino hacia su maravilloso mundo interior a través de la práctica del Hatha Yoga, la Meditación, así como a través de consultas de terapia Transpersonal en mi proyecto de vida: DHARMA YOGA Y MEDITACIÓN. Es muy gratificante poder ver y sentir la evolución personal e interior de todas las personas a las que acompaño y que han pasado por mi vida, como por ejemplo Olaya, que comenzó a meditar siendo alumna mía, y a día de hoy acompaña a otras personas con la práctica del Mindfulness para la Ansiedad.


Alma Dyvia - Clara Mente

Alma es, además de gran compañera y amiga,  Instructora de Meditación y Yoga, Especialista en Mindfulness y Profesora Titular de Arqueología en la Universidad de Cantabria.
Formada en la India con el Yogui Sivadas (Dharamsala) y en la Escuela Internacional de Oshodara (Delhi), también ha sido iniciada en los tres niveles de Reiki por la Escuela Usui Shiki Ryoho de Japón.
Es autora del libro Clara Mente, una guía sencilla y eficaz para aprender a meditar que incluye audios para ayudarte a iniciarte en la práctica.

¿Qué es para ti la meditación y qué lugar ocupa en tu vida?

Para mí, meditar es el arte de vivir con plena consciencia, cada instante de nuestra vida.

Son muchos los autores que definen este término en función de sus propias experiencias. Pero lo que todos compartimos, es que cuando se vive en un estado meditativo, se calma la mente y los pensamientos dejan de ser rumiativos, lo que permite que nuestra voz interior se haga más presente. Y se comienza a vivir de una forma más coherente con lo que sientes, piensas y haces. Cesan el estrés y las críticas hacia una misma y hacia los demás, pasamos a ser responsables de nuestra propia vida y no la dejamos en manos de los otros.

Hoy por hoy la meditación ocupa el centro de mi vida, tanto en mi práctica diaria, como en su enseñanza (imparto talleres en el ámbito público y privado), ya que estoy apostando por algo que merece la pena ser enseñado para mejorar la vida de los demás.

La meditación ha de ser considerada como Patrimonio de la Humanidad.

Alma Dyvia

Si todas las personas aprendieran a meditar desde su infancia, viviríamos en una sociedad más justa e igualitaria, al tiempo que dejarían de plantearse los grandes conflictos bélicos.

  •  ¿Qué transformaciones o cambios ves en las personas a las que acompañas?

Se observan pequeños cambios paulatinos que luego van asentando sus bases, hasta sufrir mayores transformaciones. Lo primero que acontece es un estado de bienestar inmediato, las personas que acuden a los talleres comienzan a sentirse mejor, más calmadas y menos tensas, algunas recuperan el sueño perdido desde hacía semanas o incluso meses. También se observa un descenso de los cuadros de dolor, al ser más conscientes de las necesidades de su cuerpo. Luego comienzan a ser testigos de su propia vida, de lo que les acontece, evitando fusionarse con sus pensamientos y emociones, lo que les produce una gran paz interior, pudiendo afrontar sus problemas de forma más eficaz.

En definitiva a nadie deja indiferente, y las personas que meditan por primera vez,  no desean abandonar dicha técnica y es frecuente que repitan en los talleres.

 Puedes adquirir el libro en la dirección de la editorial Sirio ¡Yo ya lo tengo!

Espero que conocer a estas cuatro estupendas profesionales y sus testimonios haya movilizado algo en ti y te anime a iniciarte en esta maravillosa práctica que te permitirá dejar atrás las limitaciones de la angustia, el estrés y la ansiedad o, simplemente, conocerte mejor y vivir tu vida de forma más consciente y con mayor sentido.

¿Tú también meditas? pues déjanos tus comentarios ¿qué es para ti la meditación y qué supone en tu vida?

Te mando un enorme abrazo,

Olaya

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Publicado en: Ansiedad, Autoconocimiento, Estrés, meditación, Mindfulness Etiquetado como: ansiedad, curso de mindfulness, estres, mindfulness, tratamiento natural para la ansiedad

Qué hacer cuando el miedo a morir no te deja vivir

por Olaya M. Acebal 2 comentarios

Miedo a morir

Muchos de nosotros pasamos gran cantidad de tiempo de nuestra vida temiendo morir o temiendo la muerte de otros. El miedo a la enfermedad y el miedo a la muerte son muy poderosos y paralizantes y generan mucho sufrimiento. Hoy te planteo algunas cuestiones al respecto.

Te confieso que me senté a escribir un artículo sobre el disfrute y, cosas de la vida, me ha salido un artículo sobre el miedo a la muerte… curioso, ¿verdad? Pues no es casualidad, tiene mucha relación. El miedo a morir es natural, sensato y humano, forma parte de nuestro instinto de supervivencia (sí ese que siempre nos está jugando malas pasadas). Si no tuviéramos miedo a morir nuestras probabilidades de sobrevivir serían mucho más bajas.

Gracias a ese instinto que nos empuja a agarrarnos a la vida, tomamos decisiones que nos protegen. Ante una enfermedad propia o de alguien cercano es lógico que aparezcan más pensamientos de ese cariz, incluso que lo hagan de vez en cuando, pero si no existe tal circunstancia y aun así el miedo desmedido a la muerte nos visita a menudo estamos hablando de otra cosa.

La tanatofobia

Así lo llaman (por cierto, ¡qué palabra, verdad!) y genera un nivel importante de angustia y desasosiego entre muchas personas . En ella juegan un papel relevante varios asuntos.

  1. La muerte se ha convertido en el mayor de los tabúes

Como sociedad hemos desterrado la muerte de nuestra realidad cotidiana (de otra forma sería difícil que funcionara el consumismo atroz que mueve el mundo).

Hoy en día vivimos prácticamente ajenos a que el río natural e irremediable de la vida termina sí o sí en la mar, que es el morir, como decía Jorge Manrique. Leía en un artículo que hemos condenado a la clandestinidad al más natural de los acontecimientos: la muerte. Y es verdad, todavía recuerdo la fuerte impresión que recibí cuando hace ya años alguien muy cercano a mí me contó que, de pequeña, ella solía jugar entre muertos con una amiga cuyo padre tenía una funeraria. Los muertos no eran objeto de juego -claro que no-; ellos solo formaban parte del escenario. La muerte estaba, de ese modo, presente en su vida como algo normalizado y natural.

Hoy en día, sin embargo, la muerte ha sido tan apartada de nuestra conciencia cotidiana que cuando alguien pronuncia la palabra nos surge un rechazo profundo, un pudor, una incomodidad mezclada con miedo a mentarla no vaya a ser… Y es natural y bueno no querer que llegue, lo que no es sano es vivir obsesionados con la posibilidad de que lo haga o completamente ajenos a la realidad de que tarde o temprano llegará.

Pregunta Krishnamurti: ¿Tiene realmente miedo a morir o miedo a la imagen que ha creado de la muerte? ¿Es la palabra “muerte” la que causa miedo o es la muerte real?

  1. El apego a lo que solo está de paso, incluida nuestra propia existencia

Por otro lado, el miedo desmedido a morir también está motivado con que flaquea la ilusión de permanencia en la que vivimos. Desarrollamos apegos fortísimos a lo que en realidad ni nos pertenece ni durará para siempre.

¿A qué me refiero? A todo…  Si lo pensamos detenidamente nos daremos cuenta de que todo está en constante cambio. Mis seres queridos, por más que los adore con toda mi alma, no me pertenecen, no son míos, su presencia no es mi derecho ni su obligación, sino un regalo de la Vida a disfrutar mientras se pueda porque tarde o temprano se irán… como yo, que también me iré…

En Mindfulness trabajamos el desapego: cobrar conciencia -desde la mente, el cuerpo y el corazón- de esa impermanencia, de esa ficción en la que elegimos vivir cuando nos aferramos a lo que no nos pertenece y soltarla. Quizás te suene heavy, pero vivir en la ilusión de que las cosas siempre serán como son, ignorando -no sin esfuerzo- el curso natural de la vida solo nos aporta una falsa sensación de seguridad que, a la hora de la verdad, resulta muy frágil.

Aferrándonos a lo que irremediablemente nos será arrebatado antes o después solo contribuimos a generarnos ansiedad y sufrimiento.  Y, aunque no es fácil, trabajar el soltar con paciencia, suavidad y ternura resulta tremendamente liberador. Y en Mindfulness Transpersonal nos dedicamos también a eso.

Así, cuando tomamos conciencia y aceptamos la realidad desde el corazón podemos empezar a disfrutar de los nuestros y de la vida de una manera mucho más intensa, sana y libre. Dejaremos de intentar cambiarlos para que se ajusten a nuestros deseos y expectativas y empezaremos a permitirles ser quien son y a disfrutarlos en su perfecta singularidad. Nos haremos conscientes de que este momento en el que están y estamos es único e irrepetible, es oro y pasará, y la única opción inteligente y a favor de la Vida es dejar de darnos por hecho y empezar a sacarle todo el jugo a cada momento.

Cuando el miedo a morir se convierte en obsesión

Cuando el miedo a la muerte se convierte en obsesivo resulta muy angustiante y paralizador. Pero la buena noticia es que en el veneno se encuentra el antídoto. Lejos de lo que pueda parecer, la obsesión surge para algo: tiene un objetivo, un mensaje y si lo desciframos, no solo reduciremos la frecuencia e intensidad de las imágenes y nuestro nivel de sufrimiento, sino que le habremos dado sentido. Así lo he comprobado en primera persona.

Yo me relaciono muy de cerca con el miedo a la muerte; recuerdo desde siempre sentir un pavor paralizante ante cada sensación desconocida que percibía en mi cuerpo. Mi cabeza auguraba siempre una enfermedad fatal. Y eso -cómo no- me ha hecho sufrir mucho y estar siempre en guardia… Mi falta de relación con la muerte era total. Por un lado, porque la Vida me ha tratado bien en este sentido y por otro porque en mi casa no se habla de eso. Y cuando no ha quedado más remedio que mencionar algún caso cercano, siempre la expresión es de aversión, consternación y horror profundos.

¿Qué mensaje se esconde tras la obsesión?

Te voy a contar lo que yo descubrí producto de mi propio trabajo personal: yo tenía tanto miedo a morir porque, en el fondo, no disfrutaba de la vida. Así es… no tenía ningún problema objetivo que me impidiera disfrutar, pero no lo hacía. Mi mente siempre pensaba que lo bueno estaba por llegar y que el presente era una especie de sala de espera. Vivía con la mente y el corazón puestos en un futuro imaginado e “ideal” o atascada en un pasado que no lograba superar y, mientras tanto, la vida de verdad, la única que existe -el presente- pasaba de largo como si nada... Estaba transitando por la vida de puntillas. Sin saber a dónde me dirigía ni por qué o para qué y ni siquiera me daba cuenta.

Cuando comencé a practicar meditación comprendí que el único sitio donde realmente se puede vivir es aquí y ahora y me comprometí a dejar de vagar sin sentido por el pasado que duele y futuro al que temo. Cuando me decidí a descubrirme y a comprometerme con mi felicidad emergió una especie de serenidad con respecto a la muerte. De hecho, la misma búsqueda ya le otorgó un significado más profundo a mi vida.

Descubrí que mi obsesión, mi miedo desmedido era un avisador de que no estaba aprovechando la vida, dándole sentido.

Y no estoy hablando de grandes cosas, sino de vivir el presente en el sentido más literal. Cuando empiezas a hacerlo te das cuenta de lo mucho que en realidad tienes, de la maravilla que te rodea pero que has ninguneado por vivir pendiente de eso que no se ajusta a tu expectativa o de un ideal que, como tal, nunca llegará y te está robando la vida. Eso que, por otro lado, tanto temes perder.

E insisto, no se trata de dejarlo todo e irse a living la vida loca, sino de plantearse ciertas cosas, de comprometerse con la propia felicidad y de encontrar el coraje para ser quien uno es. Encontrar la coherencia entre lo que soy, lo que muestro, lo que hago y cómo lo hago. Pero el primer paso siempre es averiguar quién soy.

Cuando me decidí a ello algo en mi relación con la muerte cambió. La obsesión solo me estaba empujando a un cambio necesario, pero yo no la entendía. Creía que era mi mente torturándome, pero no… Era mi yo más esencial gritando para que empezara a darle sentido a mi tiempo de vida. Menos mal que aprendí a escucharla… GRACIAS.

He comprobado que si hago que cada día que vivo merezca la pena para mí, lo disfruto y le saco todo el jugo que puedo algo se calma en mi interior con respecto a la muerte. Es curioso…

¿El miedo a la muerte te obsesiona?

Si es tu caso, te planteo lo siguiente: ¿disfrutas de tu vida?

  • ¿La vida que tienes es la que realmente quieres, necesitas y tiene sentido para ti? (Si esta pregunta te incomoda, seguramente la respuesta sea “no”)

  • ¿Ves con claridad qué está en tu mano cambiar y qué no?

  • ¿Sientes el coraje para tomar las acciones que sean necesarias?

Si has contestado no a las tres preguntas, no desesperes, es lo más normal del mundo: todos hemos pasado por ahí. Mi recomendación es que busques ayuda e inviertas tiempo y esfuerzo en conocerte:  es en dentro de ti donde encontrarás el coraje. Hay muchas técnicas de auto conocimiento e introspección que pueden ayudarte. Mi favorita por propia experiencia es el Mindfulness.

Comprométete en serio y de una vez con tu felicidad: ¿qué está en tu mano hacer para dotar de mayor sentido a tu vida?

Te mando un fuerte abrazo,

Olaya

 

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Publicado en: Ansiedad, Fobia Etiquetado como: ansiedad síntomas, atención plena, miedo a la muerte, miedo a morir, mindfulness, reducir la ansiedad, tanatofobia, tratamiento para la ansiedad, vivir sin ansiedad

La meditación es para valientes

por Olaya M. Acebal 6 comentarios

La meditación es para valientes

Meditar te parece raro, lo sé… quizás tan peculiar como ser vegetariano o vivir sin tele: una excentricidad como cualquier otra. Pero, al igual que hoy nos extraña lo que hace años era la norma, dentro de no mucho quizá sea nuestro pan de cada día lo que ahora consideramos extravagante. Así sucedió en su momento con el yoga o incluso con ir al gimnasio.

Meditar nos resulta raro porque -entre otras cosas- no sabemos qué es ni para qué sirve. Algunos lo relacionan con ciertas religiones, otros hemos tenido serios prejuicios sobre el tipo de personas que practican la meditación y la mayoría tiene ideas bastante equivocadas sobre en qué consiste la práctica en realidad.

Desmontando bulos

Son muchas las malas interpretaciones y los bulos que corren por ahí sobre la meditación. Desmontemos algunos...

Se dice que meditar es...

  • Dejar la mente en blanco. ¿A que tú también pensabas esto? 😉 Pero si pudiéramos dejar la mente en blanco a voluntad no habría ansiedades ni depresiones… Así que no, meditar no consiste en dejar la mente en blanco.
  • Una técnica de relajación. La relajación puede surgir a consecuencia de la meditación (aunque no siempre) o  podemos inducirla al principio de la práctica para abrir nuestra percepción aún más, pero meditar es mucho más que relajarse.
  • Pensar en positivo. En meditación no se pretende sustituir pensamientos negativos por otros positivos ni programar ningún tipo de idea. En relación a los pensamientos, el objetivo es que observes lo que piensas con algo de distancia.
  • Vacunarse contra las emociones o estar por encima de ellas. Todo lo contrario: se trata de ver qué estoy sintiendo y permitirme sentirlo con toda la intensidad.
  • Buscar un placentero estado de paz. Este estado surge algunas veces, pero no se puede forzar y es puñetero porque, si lo persigues, se esfuma. En todo caso, eso sería un subproducto de la meditación, pero en ningún caso el objetivo.
  • Practicar una nueva religión. No, ni si quiera es practicar una religión...
  • Darle vueltas a las cosas. Bueno, eso es meditar sobre algo, pero aquí nos referimos a la práctica contemplativa, que es otra cosa totalmente distinta.

En mi círculo más íntimo nadie medita, la verdad. Yo he sido <> o <> -depende de para quién, jeje-. Al principio mi familia y amigos se extrañaron e incluso generó cierto recelo porque algunas personas se sienten verdaderamente incómodas cuando otros pululan por territorios que rebasan el perímetro de lo que su mente considera lo normal (no exagero si digo que algunos hubiesen aceptado mejor que me hubiera dado por hacer puenting...). Más tarde todo se normaliza y se respeta e incluso llega a generar curiosidad.

Pero, ¿realmente da para tanto revuelo el sentarse unos minutos con los ojos cerrados a observar? Tan cierto es que lo desconocido asusta un poco -por sencillo e inofensivo que sea- como que esto no es para todo el mundo o que algunas personas no están a día de hoy en disposición de entender la utilidad de esta práctica (yo misma no lo estuve durante mucho tiempo). Muchos otros simplemente huyen -incluso de forma inconsciente- de la sola idea de quedarse a solas consigo mismos. Y es que meditar es para valientes 😉

En lo que a mí respecta, lo que la meditación me ha aportado y me aporta es tan real, tan válido y substancioso (no solo a nivel de gestión de la ansiedad sino en muchos otros sentidos) que mi relación con ella -conmigo- está muy por encima de la opinión que la práctica genere.

¿Qué es meditar para mí?

Hoy no quiero detenerme en la definición oficial (observar sin juicio lo que sucede aquí y ahora) ni hablarte de estudios científicos,  hoy quiero contarte lo que es meditar para mí.

Para mí meditar es...

  • Aprender a estar conmigo misma, que no es siempre fácil. “Pero si estoy conmigo desde que nací” -pensarás- Pues no… Si lo piensas con detenimiento, ¿cuánto tiempo has pasado contigo realmente, prestándote atención de verdad, sin distracciones -ni música, ni tele, ni whatsapp-, echando un ojo a qué tipo de pensamientos piensas o a cuál es esa emoción que lleva tiempo acompañándote...? Apuesto a que muy poco...
  • Perderme el miedo. ¿Que no te tienes miedo a ti, dices? Si te miras con ojos honestos, reconocerás que ante el mínimo sentimiento desagradable- (preocupación, tristeza, rabia, rencor, celos…) sales corriendo a consultar el Facebook, te pones la radio, abres la nevera, te vas de compras, o quedas para tomarte una caña… Eso se llama huir… no pasa nada, es humano, lo hacemos todos, pero solo se huye de aquello a lo que se le tiene miedo…
  • Aprender a quererme. Encontrar un tiempo y un espacio para escucharme me permite construir una relación de intimidad conmigo misma. En ese lugar puedo darme cuenta de lo que realmente necesito y dármelo. Por otro lado, el compromiso de asistir a esa cita diaria conmigo me inculca el auto respeto y, si yo me respeto, es más complicado que permita que los demás no lo hagan.
  • Recordarme mi coraje. Exponerme durante unos minutos a sentir de verdad la ira, el rencor, la tristeza o el vacío que haya dentro de mí en ese momento en lugar de ignorarlo, reprimirlo o evadirme requiere una considerable dosis de valentía, créeme. Además, me ayuda a comprobar una y otra vez que temo mucho más a lo que imagino que son las cosas que a las cosas en sí mismas.
  • Comprender y aceptar lo que no me gusta de mí para poder cambiarlo. Es imposible cambiar lo que no me perdono, lo que me echo en cara o lo que no comprendo porque cuando lo que me empuja al cambio es el rechazo, el cambio no dura, no es real.
  • Trabajar por mi serenidad en vez de simplemente desearla. Entrenando la atención a la respiración y con distintas técnicas enseño a mi cuerpo a calmarse a sí mismo, a generar la serenidad que necesita. Échale un vistazo a este artículo
  • Entrenarme en una disciplina amable. Para conseguir casi todo en esta vida hace falta un mínimo de disciplina y tesón. Yo siempre he pensado que soy poco disciplinada y, mira… qué más disciplina que sentarse todos los días unos minutos a observar (aunque a veces no apetezca).
  • Trabajar por neutralizar aquello de mí que causa dolor tanto a mí como a los demás: mis reacciones automáticas, mis emociones reprimidas..., etc. ¿Quiere esto decir que desde que medito ya no salto? No..., pero salto con menos frecuencia, a menor altura y las aguas vuelven antes a su cauce... Y ya no me torturo porque haya sucedido porque ahora comprendo que no pudo ser de otra manera y que lo único que está en mi mano es seguir trabajando para ampliar mi conciencia.
  • Comprenderme para comprenderte a ti mejor. Es muy difícil empatizar de corazón con el prójimo cuando uno no es capaz de comprenderse ni a sí mismo.
  • Rescatar mi creatividad. Yo pensaba que no era muy creativa, pero ufff ¡no es cierto! Meditando a veces accedo a ese espacio donde las  ideas existen libremente y yo puedo verlas bailar. Muchas buenas ideas me han surgido meditando.
  • Acceder a ese lugar esencial donde es posible sentir que, pase lo que pase, podré volver a estar estar bien porque algo dentro de mí es inalterable.
  • Recordar que el sufrimiento surge cuando me resisto a sentir el dolor y que el camino pasa por dejar de luchar contra él cuando aparece para que pueda marcharse cuando haya cumplido su función.
  • Acercarme a mi inconsciente, que guarda las claves de por qué soy como soy, por qué persigo lo que persigo y temo lo que temo.
  • Meditar es entrenarme es permanecer aquí y ahora, en el momento presente. Esa capacidad es la que me permite disfrutar verdaderamente de la vida.

El silencio guarda muchos misterios y grandes tesoros sobre cada uno de nosotros y sobre todo lo que Es. Meditando me siento a esperar que de vez en cuando se me desvele un trocito de alguno que me permita comprenderme mejor para ser más feliz, que es a lo que he venido aquí.

Un regalito

Quiero hacerte un regalo. Si te apetece empezar a meditar, aquí tienes una sencilla práctica guiada de atención a la respiración para que te inicies. Puedes descargarla y escucharla donde y cuando quieras. Recuerda que, como toda práctica, requiere continuidad para experimentar beneficios permanentes. Espero que te guste.

http://menteencalma.com/wp-content/uploads/2017/01/Anteción-a-la-respiración-con-intro.mp3

Y, si te gusta, y te apetece iniciarte en esto del mindfulness conmigo, échale un vistazo al RETO 21 DÍAS o contactarme para un acompañamiento personalizado.

Un abrazo,

Olaya

 

 

Publicado en: Autoconocimiento, meditación, Sin categoría Etiquetado como: ansiedad, atención plena, ejercicio de mindfulness, meditación, mente en blanco, mindfulness, vivir sin ansiedad, vivirsinansiedad

La Meditación no es un Paracetamol

por Olaya M. Acebal 2 comentarios

Meditación y Mindfulness

Este artículo está escrito por una autora invitada. Te la presento: Lourdes Perez de SlowLou, Activadora de conciencias, mentora y guía en el camino hacia la liberación mental. 

 

archipielagoTras más de una década volcada en comprender y experimentar lo que llama el funcionamiento secreto de la mente, Lou utiliza la meditación profunda y la psicología budista como herramientas para entender qué significa de verdad ser feliz y cómo liberarnos de la insatisfacción que nos mueve a correr como pollos sin cabeza.

Te dejo con ella...

 

Muchos alumnos me preguntan cómo pueden mantener la calma y la ecuanimidad en la carrera diaria de trabajo, familia, obligaciones sociales, planes, objetivos, etc.

Es común en el mundo occidental usar la meditación o el mindfulness como un paracetamol: una cura momentánea y externa a un problema recurrente e interno.

Vivimos en una sociedad y en un momento en el que se glorifica el hacer y el conseguir. Medimos el éxito de una persona por sus logros profesionales, económicos y sociales. No llegamos ni a cuestionarnos lo que ocurre en las capas menos superficiales, las capas emocionales y mentales de las personas que consideramos de éxito. De este modo creamos un halo de atracción hacia la forma, hacia las apariencias y dejamos de lado lo que supone a niveles más profundos estar a la altura del estándar que nosotros mismos hemos dibujado en nuestra imaginación.

Las expectativas que ponemos sobre nosotros mismos y sobre los demás no son más que ideas que aparecen en nuestra mente basadas en comparaciones, miedos, juicios y necesidades de más y mejor. Basamos nuestro éxito personal en el supuesto éxito que imaginamos en otros: o estamos por encima, o por debajo o más o menos al mismo nivel.

Mientras mantenemos la atención en lo que ocurre fuera y alimentamos nuestros objetivos, nuestras motivaciones y nuestros pensamientos con carencias, necesidades, expectativas y prisas relegamos a un segundo plano la fuente y causa real que provoca ese malestar que nos lleva a correr como pollos sin cabeza.

No está mal tener objetivos en la vida, ya sean personales o profesionales. De hecho, en un trabajo de desarrollo personal es muy positivo pensar que podemos mejorar, que hay camino por recorrer. La dificultar de desarrollo aparece cuando ponemos el foco en el lugar equivocado.

La vida ocurre a nuestro alrededor todo el tiempo, en nuestro cuerpo todo el tiempo. Pero la manera de entenderla, lo que creemos que es verdad, bueno y necesario, así como lo que creemos es mentira, malo y a evitar, sólo existe en nuestra mente. Nuestra mente interpreta lo que ocurre a nuestro alrededor todo el tiempo. Esto no sería un obstáculo si viésemos las cosas con una mente clara, pero nuestra mente está en constante caos, ruido y engaño: fuera o, como mucho, en las capas superficiales de nuestro malestar.

Vivimos creyendo que sabemos lo que no sabemos, usamos nuestro caos mental como referencia y, claro, luego las cosas no cuadran y ni si quiera nos planteamos que hay un error de base.

Juzgamos las circunstancias que nos rodean basándonos en creencias, experiencias interpretadas y reinterpretadas y, aún cuando nos falta información para saber realmente lo que está pasando ahí fuera (sus causas, sus condiciones cooperantes, lo que eso puede significar para otros) creemos ciegamente que sí sabemos, que lo que vemos o experimentamos es lo que nuestra mente nos dice que es y reforzamos a cada paso la ilusión de que actuamos basados en hechos y no basados en ideas, prejuicios, miedos, preconcepciones y expectativas.

¿Realmente somos capaces de saber por qué alguien hace o dice algo?

¿Realmente podemos tener la certeza de que entendemos las situaciones a nuestro alrededor al cien por cien? ¿Estamos seguros de las consecuencias de largo alcance de las decisiones que tomamos cada día? Siempre nos falta información y siempre estamos asumiendo, esperando, interpretando... es a causa de perpetuar constantemente este engaño que seguimos creyendo que nuestra mente es la que nos informa de la verdad, en lugar de darnos cuenta de que nuestra mente simplemente interpreta la verdad de modo que cuadre con nuestra manera de entender el mundo que nos rodea.

Hay que ver el engaño

No importa cuantos minutos al día dediquemos a la meditación, al mindfulness o cualquier otra técnica para reconectar con el centro. Si no somos capaces de ver que fuera de la práctica volvemos a entrar en el engaño, esos diez o quince minutos de cerrar los ojos y respirar sólo nos sirven para coger impulso y seguir en el mismo loop de engaño, sufrimiento, extenuación, descanso, calma y de nuevo engaño, sufrimiento, extenuación... ¿lo ves?

Hace más de diez años el budismo llamó a mi puerta. El nivel de claridad y de responsabilidad que se plantaron delante mío fue abrumador... fue una llamada de atención muy potente, un trabajo muy intenso pero un mapa de ruta muy claro con unas explicaciones muy lógicas. Lo que me atrapó fue la constante necesidad de observación y práctica. En budismo no sirve de nada leer y estudiar, entender intelectualmente o creerse las cosas, hay que verlo por uno mismo. Es por eso que este camino tiene tantas instrucciones, antídotos para cada obstáculo y un detallado trabajo psicológico que te aparta de la fantasía, de la imaginería y de los artificios de cualquier otra religión.

Es lógico que no le cuadre a todo el mundo y mucho menos en la sociedad del ”fácil, rápido y a mi manera”, pero hay conceptos básicos que si fueran observados y comprendidos le darían un vuelco importante a muchas personas.

El paradigma me boicotea

Si realmente queremos ver dónde está la causa de esa carrera, de esa insatisfacción, de esa necesidad de más, mejor, diferente que nunca termina... si yo quiero parar y descansar de verdad mi mente, encontrar la motivación que se autoalimenta con amor y paz necesito entender que el paradigma desde el que me estoy moviendo es el que me está boicoteando.

Desde hace ya un año acompaño a mis alumnos en este camino de comprensión y auto-exploración, con los textos de la web, los artículos de estudio privados, el grupo de facebook y los vídeos intento transmitir estas comprensiones sin necesidad de entrar en rituales ni prácticas cien por cien budistas. Al final es psicología aplicada, no hay esoterismo ni teatro, no es necesario incienso, velas ni figuras del Buddha, es algo que podemos ver y practicar todos.

Para comprender todos estos conceptos: la mente condicionada, el sufrimiento inherente que parece que nunca desaparece del todo, las emociones negativas, la interpretación subjetiva de la realidad... así como la ecuanimidad, la compasión, la visión clara y la liberación del sufrimiento, creé el curso online en audio ”Retorno a la Presencia” [ya no disponible].

La ciencia y la psicología ya han demostrado lo que hace tiempo filosofías y religiones antiguas venían apuntando. Por fin hoy podemos hacer el trabajo de re-conexión, de comprensión y de desarrollo de la claridad mental sin tener que claudicar a dogmas de fe: simplemente hace falta observar y dejar que sea nuestra propia experiencia la que nos dé las respuestas.

Retorno a la presencia es un curso en audio con el que serás capaz de comprender dónde están los errores de percepción en tu experiencia vital, dónde se esconde la felicidad duradera y cómo ir quitando poco a poco las capas que han cubierto hasta hoy tu naturaleza esencial, tu naturaleza en equilibrio.

Ojalá que seamos cada vez más personas las que nos damos cuenta de que es necesario tomar conciencia del caos herrático en el que nos hemos inducido, no solo para nuestro equilibrio emocional sino también para construir sociedades más amorosas y pacíficas.

Muchas gracias Olaya por dejarme un rinconcito de tu web para llevar este mensaje a tus lectores.

Espero que te haya gustado este artículo de Lourdes. Si quieres iniciarte en mindfulness, Menteencalma te ofrece tres buenas opciones.

  • Iniciación Reto21Días: un programa 100% práctico que te permitirá iniciarte en la atención plena de forma muy sencilla, amena y totalmente guiada, dedicando solo 10 minutos al día.
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Déjame contarte un cuento: ÍTACA

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

Un cuento mindfulness

No sé a ti, pero a mí me encantan los cuentos... Estas aparentemente inocentes historias guardan en su interior una enorme sabiduría que nos puede ser de mucha ayuda en nuestro propio camino si nos decidimos a escucharlos con el corazón abierto. 

Hoy quiero contarte uno de mis favoritos: Ítaca de Konstantin Kavafis.

Para escucharlo, te recomiendo que:

  1. Tomes un par de respiraciones lentas y profundas,
  2. Le des al play y
  3. Lo disfrutes con los ojos cerrados...

Espero que te guste

https://menteencalma.com/wp-content/uploads/2016/12/Ítaca-con-música.mp3

Música: Angelic Forest de Doug Maxwell

Y por si te apetece contárselo a alguien, aquí te lo dejo.

¡Un fuerte abrazo!

 

ÍTACA

 

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca debes rogar que el viaje sea largo, lleno de peripecias, lleno de experiencias. No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes, ni la cólera del airado Poseidón. Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta si tu pensamiento es elevado, si una exquisita emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.

Los lestrigones y los cíclopes y el feroz Poseidón no podrán encontrarte si tú no los llevas ya dentro, en tu alma, si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo, que sean muchos los días de verano; que te vean arribar con gozo, alegremente, a puertos que tú antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia, y comprar unas bellas mercancías: madreperlas, coral, ébano, y ámbar, y perfumes placenteros de mil clases.

Acude a muchas ciudades del Egipto para aprender, y aprender de quienes saben.

Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca: llegar allí, he aquí tu destino. Más no hagas con prisas tu camino; mejor será que dure muchos años, y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla, rico de cuanto habrás ganado en el camino.

No has de esperar que Ítaca te enriquezca: Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje. Sin ella, jamás habrías partido; más no tiene otra cosa que ofrecerte. Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.

Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia, sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

Konstantínos Kaváfis.

 

¿Quieres practicar mindfulness conmigo? Aquí tienes tres buenas opciones, según tu nivel de conocimiento y disponibilidad.

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Cómo reducir la ansiedad en Navidad

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

Evitar la Ansiedad en Navidad

 

Se supone que la Navidad es tiempo de alegría y felicidad, pero para aproximadamente el 50% de la población supone un aumento del estrés y la ansiedad. Esa imagen de la familia feliz alrededor una mesa llena de ostentosos manjares y muchos regalos no se corresponde con la realidad de muchos. Identificar de antemano lo que nos estresa y planificar estrategias puede ayudarnos a vivir unas fiestas más relajadas.

 

Mindfulness nos enseña que la irritabilidad, la angustia o la sensación de vacío dependen realmente de cómo nos tomamos las cosas, de cómo nos posicionamos ante una situación concreta y no tanto de la circunstancia en sí misma.

Por ejemplo, nuestra idea prefabricada de “cómo debería ser la Navidad” tiene incidencia directa sobre cómo nos sentimos con respecto a nuestra Navidad concreta. Si tenemos ciertas creencias sobre cómo nos deberíamos sentir, qué aspecto debería tener todo, cómo se deberían comportar los demás o qué imagen debería dar, nos costará mucho más relajarnos y disfrutar.

Nada tiene que ser de ninguna forma especial, permítete sentirte como te sientes y permíteselo también a los demás. Obsesionarnos con lo que "no es correcto" de acuerdo con nuestras creencias de catálogo, secuestra nuestra atención y nos lleva a perdernos lo bueno que sí nos ofrecen ciertas situaciones.

Son muchos los factores estresores en estas fechas; ser capaz de identificarlos y tomar decisiones con antelación respecto a ellos nos ayudará a tomarnos las cosas de otra manera. El secreto está en alcanzar un equilibrio saludable entre coherencia personal y generosidad.

1. Los conflictos familiares

A muchos no les gusta la Navidad porque piensan que su cena de Nochebuena debería ser como un anuncio de El Almendro y la realidad va por otro lado. No existen las familias perfectas donde todo el mundo dice lo que piensa y nadie se enfada, donde todos beben lo justo, todos se alegran de ver a todos y siempre reina la paz y la armonía. No, en todas las casas cuecen habas. 

Trivializa un poco: ten en cuenta que es solo un día, un evento puntual que terminará en unas horas. Presta atención a quién estás haciendo feliz con tu presencia, busca la compañía de las personas con las que mejor te sientes y siéntete agradecida por poder pasar algo de tiempo con ellas.

Por otro lado, no te sientas obligada a tomar partido en los conflictos: cuando las cosas no dependen de ti, suelta el control y acepta (Mindfulness es especialmente útil para esto).

2. Gastos excesivos

Es frecuente que en Navidad acabemos gastando cantidades ingentes de dinero en regalos, eventos y delicatessen incluso cuando no nos viene nada bien

Si tu situación económica hace que regalar a todo quisqui sea un esfuerzo excesivo, pierde todo el sentido. ¿Tú querrías que alguien lo pasara mal por sentirse obligado a hacerte un regalo? Pues no te hagas a ti lo mismo. Incluso si, pudiendo, no estás de acuerdo con esa manera de hacer, no lo hagas: sé coherente contigo.

 Las costumbres están para romperlas o adaptarlas cuando las circunstancias ya no las justifican.

No pasa nada por expresar la circunstancia y proponer alternativas como un regalo por adulto y organizarse para ver quién regala a quién a modo de amigo invisible o sugerir que este año los regalos tengan más valor simbólico que económico (esto conlleva un esfuerzo extra de tiempo y dedicación y puede ser mucho más emotivo).

Te sorprenderá, pero seguro que muchos familiares piensan igual -aunque no se atreven a decirlo- y se sentirán aliviados con tu propuesta. En todo caso, valora tu situación económica, márcate un presupuesto sensato y cíñete a él. Nadie más que tú te obliga a gastar más de lo que puedes.

Igualmente, no es necesario cenar angulas, en internet puedes encontrar menús de Navidad deliciosos a precio razonable. De la misma forma, no te sientas obligado a asistir a todos los eventos: prioriza. Piensa en cuáles son importantes PARA TI.

3. Eventos sociales con personas a las que no me apetece ver.

Suele pasar que prestamos toda nuestra atención a aquellas personas que nos generan emociones menos agradables. Pero dentro de los grupos con los que nos vamos a encontrar en las fiestas seguro que hay gente a la que sí te apetece ver (si no, ¿para qué vas?); concédeles al menos la misma importancia que a los otros, busca estratégicamente su compañía y céntrate en ellos.

Por otro lado, muchas veces es nuestra tendencia a etiquetar la que nos aleja de la diversión y abre la puerta al tedio. Te propongo un experimento: dale a la gente la oportunidad de que te sorprenda. Si te toca sentarte al lado del pesado, observa con atención a ver si es posible que en algún momento diga algo realmente interesante. Si es el típico graciosillo, quizás sea capaz de entablar una conversación más seria si se le da la oportunidad…  Desafía tus (pre) juicios: hazlo como un juego, ¡quizás te sorprendas!

4. La silla vacía

Estas épocas suelen ser especialmente difíciles cuando ha fallecido recientemente un familiar y su ausencia sobresale por encima de la presencia de los que sí están.

Es normal echar de menos y que duela. Huir del dolor no es posible y pretenderlo aumenta el sufrimiento. Igualmente, tampoco podemos evitarle el dolor a los demás no expresando el nuestro; de hecho, establecer una especie de pacto de silencio tácito puede aumentar la tensión y la ansiedad y aumentar más la tristeza. Todo el mundo necesita transitar por su dolor y expresarlo: hacer el duelo.

Planificar de antemano con la familia y amigos la mejor manera de recordar y honrar al ser querido que falta puede ayudar: compartir recuerdos y la pena de la ausencia es mejor que evitar artificialmente el tema. Si es necesario, recurre a un profesional que te ayude a sobrellevar mejor esta situación, para eso están.

5. Compatibilizar trabajo, vacaciones infantiles y preparación de fiestas.

Organizar menús, asistir a la función de navidad de los niños, hacer malabarismos para comprar sin ellos cuando están de vacaciones,  organizar viajes, preparar comidas para tropecientos mientras continúas con el horario laboral puede llegar a convertirse en una gymkana infernal.

Aquí el secreto está en la organización. Ponte metas realistas y sé funcional; no te tortures innecesariamente proponiéndote ser la anfitriona perfecta -esas no trabajaban fuera de casa y tenían quien se lo hacía todo ;), además no es necesario-: simplifica, pide colaboración, compra online y que te entreguen a domicilio, recurre a comida preparada (hay virguerías hoy en día). Hazte la vida fácil.

Durante la época navideña, dedícate tiempo a ti y a lo que te gusta hacer. Da paseos, descansa y dedica unos minutos cada días a meditar para conectar con tu serenidad y tu equilibrio; te ayudará mucho a gestionar las situaciones complicadas.

 

Un abrazo,

Olaya

P.D. Comienza ahora un entrenamiento en Mindfulness para aprender herramientas que te ayuden a gestionar mejor tus emociones. Infórmate aquí sobre el RETO21DÍAS Tres semanas de prácticas mindfulness distintas para reducir tu ansiedad y abrir la puerta a la calma  ¡100% online, guiado y ameno!

 

 

 

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10 argumentos científicos para practicar mindfulness

por Olaya M. Acebal 6 comentarios

Mindfulness cambia tu cerebro

Has oído hablar del Mindfulness en multitud de ocasiones, sabes que practicarlo conlleva mayor bienestar y calma, pero tu mente necesita pruebas, datos, una explicación convincente. Aquí tienes 10 argumentos científicos para empezar a practicar la atención plena. Si alguna vez se te ha pasado por la cabeza que meditar es una pérdida de tiempo, cuando acabes de leer este artículo tu opinión habrá cambiado por completo.

El cerebro es maleable: puede cambiar

"Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro." Santiago Ramón y Cajal

Hace años se pensaba que el cerebro y sus conexiones neuronales se fijaban durante los primeros años de vida, permanecían inalterables durante la edad adulta y solo cambiaban para entrar en declive una vez ancianos o a resultas de algún daño.

Hoy en día se sabe que el cerebro tiene la capacidad de formar nuevas conexiones y generar neuronas nuevas a lo largo de toda la vida. Esta facultad es conocida como neuroplasticidad y supone que nuestro cerebro puede seguir evolucionando hasta el fin de nuestros días si lo entrenamos y lo estimulamos.

De esto se deduce que, efectivamente, tenemos al alcance la posibilidad de esculpir nuestro cerebro para que desarrolle nuevas funciones y conexiones que nos conduzcan a habilidades y aprendizajes inéditos y quién sabe a qué más.

La meditación cambia el cerebro

La meditación es una forma de entrenamiento mental cuyos beneficios y efectos están siendo investigadas por científicos de todo el mundo. Son ya innumerables los estudios que hablan de sus beneficios a distintos niveles.

Los estudios convergen en una misma idea: meditar modifica la estructura física del cerebro, optimiza su funcionamiento y retrasa el deterioro.

El resultado que arrojan estos estudios es lo que necesitan los escépticos. Y si tú eres uno de ellos, estás de suerte: ya no tienes que fiarte del testimonio de los que meditamos cuando te decimos que nos sentimos mucho mejor, que llevamos una vida más serena, que nos tomamos las cosas de otra manera, confiamos más en nosotros mismos y en nuestras posibilidades. No, ya no tienes que “creerte” nada.

Ahora cuentas con argumentos científicos que explican por sí solos por qué cada vez son más los neurólogos, psiquiatras, psicólogos y médicos de medicina general que practican y recetan Mindfulness a sus pacientes con ansiedad y estrés.

A continuación encontrarás 10 afirmaciones realizadas por científicos y respaldadas por estudios e investigaciones llevados a en las principales universidades y centros de investigación del mundo.

Diez argumentos científicos para practicar Mindfulness

 1. La meditación reduce el estrés y la ansiedad.

Las personas con ansiedad, depresión o estrés presentan mucha activación de la zona prefrontal derecha del córtex. Sin embargo, las personascnx_psych_08_02_brain contentas y habitualmente relajadas (que las hay) presentan mayor actividad en el lado izquierdo.

Los estudios llevados a cabo por numerosos organismos, desde la Asociación Americana de Psiquiatría o el National Centre for Biotechnology, han demostrado que tras meditar durante ocho semanas se produce un aumento en la activación de la zona izquierda del córtex en individuos que, antes de iniciar la práctica, tenían más activada la zona derecha. También han detectado una reducción de la materia gris en aquellas zonas relacionadas con el estrés y la ansiedad.

Por otro lado, un estudio realizado en el hospital John Hopkings con 3515 participantes concluyó que el efecto de la práctica de Mindfulness sobre el estrés y la ansiedad era comparable al efecto de los antidepresivos.

2. El Mindfulness aumenta la sensación general del bienestar

Los meditadores experimentados son menos propensos a enfadarse, sorprenderse, frustrarse o a sentirse impactados por los acontecimientos que otras personas.

Paul Ekman, Centro Médico de la Universidad de California

La amígdala es una parte del cerebro que juega un papel clave en el procesamiento y grabación de las emociones, especialmente del miedo. La amígdala está directamente involucrada en las reacciones ansiosas de lucha o huye. Varios científicos han encontrado indicios de que la meditación influye en la amígdala reduciendo su tamaño y actividad.

Estos datos nos ayudan a comprender por qué al introducir la meditación y la atención plena en nuestra vida comenzamos a experimentar serenidad y calma.

3.Meditar aumenta la concentración, la atención y la capacidad para trabajar bajo presión.

Los meditadores muestran un mayor grosor en zonas del cerebro relacionadas con la atención, la memoria de trabajo, la toma de decisiones y la resolución de problemas. Este aumento del grosor es proporcional al tiempo invertido en la práctica, pero parece ser que, tras solo 4 días de meditación, ya es posible observar una mejora en alguna de estas funciones.

La memoria de trabajo es una de ellas y tiene que ver con nuestra capacidad de satisfacer demandas y regular las emociones. En un situación de estrés esta capacidad se reduce de forma notable por lo que recurrir a prácticas de mindfulness puede ser de mucha utilidad para recuperar claridad mental.

Al meditar entrenamos la atención en un objeto concreto (la respiración, las sensaciones físicas, las emociones u otro). Trasladada a la vida real, esta capacidad nos permite realizar de forma más efectiva las tareas del día a día. Este es el motivo por el que son ya numerosas las empresas que ofrecen entrenamientos en Mindfulness a sus empleados. Su práctica aumenta la concentración y la capacidad de mantener el foco, mejora la claridad mental en la toma de decisiones y aumenta la creatividad en la resolución de problemas.

Y lo mejor es que, si la meditación se convierte en un hábito, los cambios en el cerebro se vuelven definitivos.

4. Incrementa la velocidad a la que nuestro cerebro procesa la información

Eileen Luders, profesora del laboratorio de neuroimagen de la Universidad de California ha comprobado que los cerebros de meditadores experimentados muestran un mayor número de circunvoluciones en el coórtex que los cerebros de no meditadores. Las circunvoluciones son esos pliegues del cerebro que le dan su apariencia característica. Pues bien, los neurólogos han determinado que el número de pliegues tiene relación directa con la velocidad a la que el cerebro procesa la información.

5. La meditación puede mejorar el sistema inmunológico

La mayoría de las enfermedades entran cuando usted no está presente en su cuerpo. Si el amo no está en la casa, todo tipo de personajes sombríos se alojarán en ella. Eckhart Tolle

Otras de los importantes beneficios de la meditación es el fortalecimiento de nuestro sistema de protección. A esa conclusión llegaron los doctores Richard Davidson y Jon Kabat-Zinn tras una investigación en la que se inoculó una vacuna a dos grupos de personas: unos eran meditadores y otros no. Varias semanas después, las mediciones demostraron que los meditadores mostraban niveles de anticuerpos significativamente mayores.

Por otra parte, un estudio de Harvard Medical School demostró que, tras la práctica de yoga y meditación, mejoraba la producción de energía en la mitocondria, su consumo y resiliencia. Esta mejora supone un incremento de la inmunidad del sistema inmunológico y de la resistencia al estrés.

6. Aumenta tu estabilidad emocional.

La meditación aumenta el volumen de las áreas cerebrales relacionadas con las emociones (el hipocampo, la corteza órbito-frontal, el tálamo y el giro temporal inferior). Las personas que meditan de forma regular tienen mayor habilidad para cultivar emociones positivas.

El hecho de ser capaz de mantener cierta estabilidad emocional nos permite afrontar con mayor fortaleza los imprevistos de la vida, ejecutar con mayor efectividad nuestras tareas y relacionarnos de forma más sana y eficaz con quienes nos rodean, lo que termina redundando en una mayor sensación de bienestar.

7. Meditar te ayuda a ser más creativo 

Como hemos afirmado en otras ocasiones, todos somos seres creativos, pero muchas veces la mente de mono o cháchara mental, nuestros miedos y la inestabilidad de nuestras emociones suponen una barrera para acceder a nuestra creatividad innata.

Pues bien, se sabe que la práctica del mindfulness reduce la rigidez mental y aumenta la creatividad reduciendo la tendencia a recurrir a patrones de pensamiento habituales y promoviendo el pensamiento divergente. ¿Qué es el pensamiento divergente? Pues pensar relacionando distintos elementos para generar nuevas ideas.

En 2012 científicos de la Universidad de Groningen en Dakota del Norte descubrieron que tas 10 minutos de meditación mejoraba la capacidad de resolver problemas de forma creativa.

8. Ralentiza el envejecimiento del celular

Reducción de los telómeros a medida que la célula se divide (ilustración de www.wholehealthinsider.com)

Reducción de los telómeros a medida que la célula se divide (ilustración de www.wholehealthinsider.com)

El envejecimiento de nuestras células se debe en parte a la reducción de los telómeros, una secuencia al final de los cromosomas que se hacen más cortas cada vez que una célula se divide. Cuando los telómeros alcanzan un nivel determinado, la célula ya no puede dividirse más y termina muriendo.

Existe una enzima, la telomerasa, que es capaz de reconstruir y alargar los telómeros.

Pues bien, en un estudio se ha demostrado que los cambios psicológicos resultado de la práctica del mindfulness aumentan la actividad de la telomerasa. No es que la meditación esté directamente relacionada con el aumento de su actividad, sino que el incremento del bienestar psicológico y la reducción del estrés obtenidos con la meditación pueden conllevar un aumento de la actividad de esta enzima.

9. Mejora la tolerancia al dolor

Una de las áreas donde más se está investigando es en la relación entre meditacion minfulness y la disminución de la percepción del dolor.  Varios estudios han demostrado que la meditación disminuye la percepción del dolor en pacientes que sufren fibromialgia o dolor crónico.

Esto permite disminuir el consumo de fármacos (con las consiguientes ventajas físicas) y mejorar la calidad de vida de los pacientes con dolor.

10. Ayuda a retrasar el deterioro cognitivo propio de la edad

A medida que nos hacemos mayores, se produce un declive en la materia blanca del cerebro. Asimismo, el cortex prefrontal se encoje con la edad, es por eso que a las personas mayores les cuesta más recordar cosas, entender o razonar.

Según el estudio llevado a cabo por la Dra. Sara Lazar, de la Universidad de Harvard, meditadores constantes de 50 años mostraban un grosor de corteza cerebral similar a individuos de 20 años. Tras sus investigaciones la Dra Lazar concluye que:

  1. Los cerebros de los meditadores se encojen menos con la edad.
  2. Las conexiones neuronales se mantienen más fuertes durante más tiempo como resultado de la meditación continuada en el tiempo.

Si te interesa saber más sobre este asunto puedes ver la charla de Sara Lazar La meditación cambia la forma de nuestro cerebro  (en inglés) o leer un resumen de sus investigaciones en este artículo de ABC  (en español).

Son muchos más que diez los motivos para iniciarte en el mindfulness, pero el principal será -sin duda- tu necesidad de cambio, de tomarse la vida de otra manera y de dejar de sufrir gratuitamente por la ansiedad o el estrés.

Los avances técnicos permiten hoy explicar lo que miles de personas saben y experimentan desde hace siglos: que la meditación y la atención plena ayudan a vivir de forma más positiva, sin tanto miedo, aceptando las circunstancias que nos tocan vivir, aportando soluciones creativas en los conflictos y con mayor conexión con uno mismo y con su entorno.

Solo unos minutos de práctica diarios ya suponen una gran diferencia. No lo dudes, abre la puerta a la serenidad y comienza a esculpir tu propio cerebro. Los beneficios no tardarán en llegar.

Un abrazo,

Olaya

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Publicado en: ciencia, Sin categoría Etiquetado como: estudios científicos, mindfulness, richard davidson, sara lazar

6 pasos de Mindfulness para recuperar la calma ante un ataque de ansiedad.

por Olaya M. Acebal 3 comentarios

En la mayor parte de los casos el ataque de ansiedad no es el problema: el problema es lo que se esconde detrás. Vivimos la ansiedad como un gran obstáculo en nuestras vidas:  sentimos que nos limita, dejamos de hacer cosas y, con la repetición, termina llevándonos al agotamiento y al desánimo, pero la ansiedad es solo un síntoma, en realidad, aunque no te lo parezca.

Digamos que la ansiedad es la punta del iceberg: tu cuerpo gritando para llamar tu atención sobre lo que permanece oculto. La ansiedad eres tú suplicándote luz y acción.

Pues sí, la ansiedad es como ese piloto del coche que se enciende para avisarte de que tienes que cambiar el aceite. Un piloto incómodo, pero solo un avisador, al fin y al cabo. La cuestión es que hay que cambiar el aceite.

Muy probablemente tu cuerpo lleve tiempo intentando reclamar tu atención sobre algún asunto importante y tú no lo hayas querido, podido o sabido escuchar. Como último recurso y ante su repetido fracaso, no le ha quedado otra que empezar a gritar. Su grito es lo que llamamos "ataque de ansiedad".

 ¿Qué es lo que no estoy escuchando?

Si realmente no lo sabes -muchas veces sí lo sabemos pero no queremos verlo-, esa es tu tarea: averiguarlo. Debes descubrir qué es eso que llevas tiempo ignorando, eso que no estás atendiendo. Pero tranquila, tranquilo, aunque tú eres quien debe recorrer el camino, no tienes que hacerlo tú sola, hay profesionales de la ayuda que pueden caminar a tu lado, acompañarte y orientarte.

Quizás no estés viviendo en coherencia con quien realmente eres; puede que tengas heridas antiguas pero profundas que necesiten ser sanadas o quizás haya aspectos de ti que te hayas visto obligada a silenciar y estén clamando por ser reconocidos e integrados… Una cosa está clara:

Aquello de lo que huimos nos persigue

Por tanto, actuar sobre la punta del iceberg -sobre la ansiedad- conseguirá aliviarte (¡que ya es mucho!), pero no conviene engañarse: tu cuerpo y tu alma necesitan que atiendas el problema de fondo y, si no lo haces, buscarán la forma de llamar de nuevo tu atención.

El auto descubrimiento es un proceso, un camino precioso de amor hacia uno mismo. Y quererse de verdad tiene que ver con tomar las riendas de la propia felicidad y para ello es imprescindible asumir el compromiso de conocerse y de vivir siendo fiel a uno mismo.

 ¿Qué hacemos mientras tanto con los ataques de ansiedad?

Actuar en el punto álgido del “ataque de ansiedad” resulta muy complicado, incluso imposible. En los momentos críticos mi capacidad de respuesta consciente se anula y me convierto en una muñeca de trapo vapuleada por la intensidad de mis sensaciones físicas y emocionales. Es en las primeras fases cuando puedo elegir cómo me relaciono con eso que se me está presentando.

Por eso es crucial desarrollar consciencia corporal: será nuestro cuerpo el que nos vaya avisando de cuando se acerca un episodio. Si tengo comunicación fluida con mi cuerpo podré percibir los estadios tempranos, esos en los que todavía soy dueña de mí misma. Como bien sabes, una vez la cosa se desmadra hay ya poco que hacer…

Mi lucha causa mi sufrimiento

Esto es lo que he descubierto a raíz mi auto observación personal: el ataque de ansiedad en sí no es para tanto, soy yo quien lo convierte en un infierno cuando me enfrento a él, cuando me resisto a esas sensaciones y empiezo a hacer de todo para no sentirlas, para que se vayan.

Quiero compartir contigo el único recurso infalible: la rendición al momento presente, a lo que ya es. Cuando el ataque de ansiedad llega, ya está aquí, realmente hay poco que puedas hacer más que reconocerlo, aceptarlo y “darle tu permiso” para que se desarrolle y pase.

Escribo esto sabiendo que quizás te parezca una locura e incluso te genere enfado o rechazo profundo, pero desde mi propia experiencia -confirmada por los conocimientos adquiridos posteriormente- te garantizo que cuanto más intentas evitar sentir esas sensaciones, más poder les das y más insoportables se vuelven.

En resumen: nosotros mismos nos causamos la mayor parte del sufrimiento resistiéndonos a lo inevitable.

 

6 pasos para recuperar la calma ante un ataque de ansiedad

Personalmente, lo que mejor me ha funcionado en mi camino de superación de la ansiedad desmedida es un entrenamiento profundo y comprometido en meditación y  Mindfulness combinado con un proceso de auto descubrimiento acompañado. El Mindfulness te aporta valiosas herramientas para el día a día y, junto con la meditación, trae de vuelta a tu vida la serenidad y la claridad mental, lo que te permite dejar de ver monstruos donde no los hay. El auto conocimiento a través de cualquiera de las fórmulas disponibles, por su parte, te permite descubrir lo que puede estar ocultándose bajo tu ansiedad para sanarlo e integrarlo.

Pero, mientras te descubres, el camino más corto y menos doloroso ante un ataque de ansiedad es entregarse al momento presente tal cual es. Es dejar de luchar  en una batalla que no puedes ganar porque es contra ti misma. Estás luchando contra tu propio instinto de supervivencia, que es muy poderoso (y gracias a que lo es estamos hoy aquí).

En este artículo quiero compartir contigo mi receta personal para enfrentarme a un ataque de ansiedad. Está basada en técnicas Mindfulness de gestión emocional y personalizada con mi propia experiencia. Pero te adelanto la clave: dejar de luchar.

-¿Cómo? ¿Dejar de luchar? ¿rendirme? Pero entonces ¡me habrá ganado la batalla!

-¿Qué batalla?

Quizás todavía no te has dado cuenta, pero la guerra solo está en tu cabeza: no hay enemigo. Y, sin embargo, la gran cantidad de energía que empleas en ella te consume, te agota y merma tu confianza porque tienes la sensación de perder siempre.

Maestro, ¿cuál es el secreto de tu serenidad?

Cooperar incondicionalmente con lo inevitable

Estos son mis 6 pasos:

  1. Percibe los signos que te anuncian la ansiedad Todos olemos que se acerca ese momento de una forma u otra. Puede ser que se te entrecorte la respiración o que el nudo en el estómago se retuerza aún más. Yo, por ejemplo, noto presión en la garganta, pinchazos en las sienes y aparece lo que yo llamo “visión en túnel”. Cuando te des cuenta del primer síntoma:
  2. Párate y observa ¿qué sientes físicamente y dónde lo sientes? Respira lenta y profundamente tres o cuatro veces. Tu objetivo es el siguiente: observar con atención minuciosa cada sensación física y localizarla en el cuerpo.
  3. Date cuenta de tu rechazo a esos síntomas. Percibe tu desagrado. Date cuenta de que tu cuerpo está en tensión, peleando físicamente contra esas sensaciones.
  4. Ríndete: es inevitable Deja de luchar con las sensaciones: tus esfuerzos son en vano. Ríndete a ellas. Puedes ayudarte poniendo tu mano derecha cerca del corazón y diciéndote interiormente “es mi cuerpo haciendo el que cree que es su trabajo, no pasa nada, es desagradable, pero no durará”.
  5. Coopera: dales tu permiso a esas sensaciones para estar. Dite interiormente “Adelante, haced vuestro trabajo. Os doy permiso”.
  6. Observa cómo evolucionan mientras respiras. Dedícate a observar las sensaciones con cariño mientras respiras conscientemente. Permanece ahí unos instantes con ellas y observa cómo evolucionan.

Por último no te olvides de felicitarte y de reconocerte el gran trabajo realizado. Siéntete orgullosa u orgulloso de ti independientemente del resultado: lo que has hecho no es nada fácil.

Como es natural, estos pasos resultan más accesibles y fluidos cuando ya tienes cierto entrenamiento en Mindfulness, pero no dejes de darle una oportunidad a la receta aunque no hayas empezado tu entrenamiento todavía. La próxima vez que te haga falta, pruébalo y si te apetece compartir tu experiencia, escríbeme y cuéntame qué tal te ha ido, me encantará saberlo.

Recuerda que solo haciendo cosas diferentes podremos obtener resultados distintos.

Un fuerte abrazo,

Olaya

 

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Me presento

Mi nombre es Olaya Menéndez Acebal, soy Consultora Experta en Mindfulness, y me
dedico a ayudar a personas que se sienten limitadas por la ansiedad a reducirla de forma efectiva y natural a través de la práctica de mindfulness o atención plena.

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