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Olaya M. Acebal

Acerca de Olaya M. Acebal

Soy consultora en Mindfulness Transpersonal y actriz. Desde mi blog Menteencalma.com ayudo a las personas a superar la ansiedad desmedida a través del Mindfulness, el autoconocimiento y técnicas expresivas. Descarga mi Curso Gratuito para empezar a relacionarte de otra forma con tu ansiedad y conectar con tu serenidad.

Síntomas de un sistema nervioso desregulado

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

¿Sabías que cómo te tomas las cosas tiene poco que ver con tu voluntad y mucho que ver con el estado de tu sistema nervioso? Si últimamente te encuentras más cansada e irritable o escuchas mucho eso de "no hay quien te aguante"... 😌 lee, que esto te interesa 😉

El sistema nervioso (SN) es una red amplia y compleja que conecta todas las partes de tu cuerpo al 🧠, y de él depende, entre otras cosas, que puedas interpretar y responder de forma adecuada a los estímulos ⚡️

Un sistema nervioso regulado 🤩 es clave para la salud física y emocional. Cuando está regulada, tu cuerpo se adapta con facilidad a los cambios, gestionas bien los imprevistos, puedes descansar, tener un estado de ánimo estable y concentrarte a voluntad 🎯.

Cuando está desregulada, tiendes a verlo todo negro ⚫️, es fácil quedarte atrapada en pensamientos y emociones difíciles y saltar a la mínima 😡

¿Qué te desregula?

1️⃣ El estrés crónico 🤯 es una de las principales causas. Vivir permanentemente en “modo alerta” te lleva a la hipervigilancia y a sentirte sobrepasada. El estrés continuado lo pone todo patas arriba.

Pero la vida es estrés… ¿entonces? Es fundamental saber gestionar tanto los estresores internos como los externos de forma saludable, contando con herramientas y estrategias eficaces y trabajando en nuestra relación con nosotras mismas.

2️⃣ El estilo de vida 🍔 también juega un papel importante. Una dieta pobre, la falta de actividad física o el descanso insuficiente contribuyen a la desregulación del SN. Asegúrate de introducir en tu cuerpo todos los nutrientes necesarios, movilizarte y tener una buena higiene del sueño para que tu sistema nervioso pueda estar en buena forma.

3️⃣ Factores ambientales 💥 como la exposición a tóxicos, la contaminación acústica o un ambiente laboral especialmente estresante también impactan negativamente en tu sistema nervioso.

Síntomas de un Sistema Nervioso Desregulado

Aquí tienes cinco síntomas indicativos de que tu sistema nervioso podría estar desregulado:

1. Te sientes al límite o abrumada 😖

¿Te sientes continuamente inquieta o preocupada por lo que está por venir? ¿Te cuesta relajarte, no eres capaz de “soltar” o sientes que tienes que hacer frente a demasiadas demandas de atención para las que no tienes suficiente energía? La sensación de sentirse sobrepasada puede ser señal de que tu cuerpo está en un estado constante de "lucha o huida".

2. Estás “a la que salta” y te cuesta controlar tus emociones 💔

¿Te parece que estás siempre a punto de perder la paciencia? Cuando estamos desregulados, incluso cosas sin gran importancia pueden desatar en ti reacciones intensas porque sientes que es “la gota que colma el vaso”.

3. Problemas Digestivos 🤰🏻

El nervio vago tiene una conexión fuerte con el sistema digestivo. Las molestias digestivas pueden ser un reflejo de una disfunción en la rama parasimpática del SNA, responsable de "descansar y digerir".

4. Dificultades para dormir, cansancio y falta de motivación 🥱

El insomnio o los problemas para mantener el sueño son comunes cuando el sistema nervioso está desregulado. Esto se debe a que, en alerta, es muchos más difícil  relajarse y entrar en un estado de reposo.

En consecuencia, seguramente te encuentres cansada durante el día y sientas que no tienes suficiente energía para lidiar con las tareas, actividades y compromisos laborales y personales. Si estás agotada, la motivación también suele brillar por su ausencia.

5. Alta sensibilidad 😰

Si tienes reacciones emocionales intensas a estímulos menores (ruidos, luces y olores que a otros les pasan desapercibidos); te abruma estar con mucha gente y te identificas como una persona altamente sensible, puede ser un signo de que tu sistema nervioso no está regulando adecuadamente las respuestas de estrés.

6. Problemas de concentración y memoria 🤔

La niebla mental, la dificultad para concentrarse y los problemas de memoria pueden ser indicativos de un estado desregulado. Un sistema “en alerta” busca peligros constantes, por lo que le resulta muy complicado concentrarse en otra cosa. Y la activación prolongada del sistema simpático afecta la función cognitiva y la capacidad de procesamiento de información.

¿Qué puedes hacer?

La buena noticia es que hay varias formas de ayudarte a regular tu sistema nervioso:

  1. Técnicas de respiración: Ejercicios que ayudan a calmar el sistema nervioso.
  2. Ejercicios de conexión social: Actividades que fortalecen los lazos sociales, reduciendo el estrés y activando el sistema de "calma y conexión" de tu cerebro.
  3. Prácticas de que fomentan la presencia y la calma.
  4. Ejercicios de tonificación vaso vagal
  5. Pasar tiempo en la naturaleza
  6. Terapia somática
  7. Terapia psicológica
  8. Ejercicio regular

¿Sabías que un entrenamiento en mindfulness y compasión incluye las tres primeras? Si ya lo estás haciendo, ¡bien por ti! continúa 💪🏻 porque estás haciendo algo muy importante. Simplemente valora si la "dosis" de tu entrenamiento es la adecuada para este momento de tu vida y ajusta en caso necesario.

Si quieres ponerte a ello,

✅ El Reto 21 Días de Mente en Calma está diseñado para ayudarte a regular tu sistema nervioso de forma fácil, amena y guiada, ¡y con solo 10 minutos al día!

Échale un ojo 👉🏻 Reto 21 Días de Mente en Calma (EE Verano)

🎧 En él encontrarás 21 prácticas en audio especialmente pensadas para reducir tus niveles de estrés y ansiedad y conectar con la calma: atención a la respiración, compasión, bondad amorosa, autocompasión, gratitud, gestión emocional, coherencia cardíaca… ¡y mucho más!

Que tengas un feliz día!

VER EL RETO

Publicado en: ciencia, Estrés, meditación, Mindfulness, Sin categoría Etiquetado como: desregulación, sistema nervioso

10 minutos al día pueden ser la puerta a la paz mental

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

¿El Estrés Te Persigue Incluso en la Playa?¿Te encuentras constantemente pensando en tus responsabilidades y te cuesta relajarte y desconectar? ¿Sientes que necesitas un verdadero respiro para recargar energías este verano?

 

Durante el año, vivimos en "automático", pasando de una tarea a otra sin apenas tiempo para respirar. Esto desregula nuestro sistema nervioso y nos pone en "modo supervivencia", lo que nos hace sentir agitados, exhaustos, confusos e incluso irritables.

Incluso en un entorno idílico, a nuestro cerebro le puede costar salir de esa rutina y entrar en "modo vacaciones".

Como resultado, aunque estés frente al mar, en la montaña o en tu pueblo de verano, puedes sentir que no estás aprovechando las vacaciones como te gustaría. Tu mente sigue funcionando con esa dinámica: sigues estresado, tu atención se centra en responsabilidades a pesar de que ahora no necesitas ocuparte de ellas... y encima te reprochas por no desconectar, lo que te hace sentirte aún peor.

El cerebro necesita una transición para reducir su ritmo de forma gradual y poder estar en otro estado 😎.

Mindfulness: La herramienta ideal

Solo unos minutos de práctica diaria pueden ayudarte a:

✅ Reducir la velocidad de tus pensamientos y conectar contigo y con tu entorno.

✅ Regular tus emociones de manera saludable.

✅ Sentirte más calmada y equilibrada.

¿Con solo unos minutos al día? ¡Sí!

Y no solo lo digo yo, varios estudios* han demostrado la eficacia de la práctica corta. Aquí tienes algunos de sus resultados, publicados en revistas de prestigio:

⏰ Cinco minutos de mindfulness antes de comenzar tu jornada ayudan a:

  • Reducir el estrés laboral.
  • Mejorar tu bienestar general.

⏰ Siete minutos de meditación de autocompasión al día...

  • Mejoran tus relaciones interpersonales.
  • Incrementan tu empatía.

⏰ 10 minutos de meditación diaria durante dos semanas ayudan a:

  • Reducir los síntomas de la ansiedad.
  • Aumentar tu bienestar.
  • Mejorar tu estado de ánimo.

Y si te animas con 15 minutos diarios, puedes reducir la intensidad de tus emociones y procesarlas de forma más saludable.

Como puedes ver, con solo unos minutos al día, es posible sentirte más presente y relajada, reducir el estrés y la ansiedad de manera efectiva y natural. Así podrás disfrutar más de cada momento, estar más presente con los tuyos y recargar tus energías de verdad.

¿Te Animas a Probarlo? 🤩

Te tengo una propuesta: el Especial de Verano del Reto 21 Días de Mente en Calma.

Este reto es un curso introductorio de mindfulness 100% práctico, FÁCIL, DIVERTIDO y EFECTIVO, pensado tanto para principiantes como para aquellos que ya están iniciados y desean volver a conectar con la práctica.

Reduce tus niveles de estrés y ansiedad con un entrenamiento que se adapta a ti:

  • Comienza en cuanto te inscribes (no necesitas esperar a nadie).
  • Puedes hacerlo desde donde estés: la playa, la montaña o tu pueblo de verano. Sin horarios fijos.
  • Solo necesitas 10 minutos al día (tú decides cuándo y dónde hacerlo).
  • Te resultará muy ameno porque ¡cada práctica es diferente! Algunas te emocionarán, otras te dejarán tranquilo como la seda, otras te llenarán de alegría y otras te centrarán...

Aprovecha esta oportunidad única para decir adiós al estrés constante y disfrutar de un verano con más calma, alegría y paz mental.

Más de 5000 personas ya lo han hecho 🤩

👉🏻 Inscríbete Ahora y Comienza tu Transformación Veraniega

Te mando un abrazo grande,

Olaya

**Referencias de los artículos mencionados: Berghoff et al., 2018; Moore et al., 2012; Wu et al., 2019; Bostock, S., et al., 2019

VER EL RETO

Publicado en: ciencia, Estrés, meditación, Mindfulness

4 lecturas para este verano

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

El verano es un momento perfecto para poner foco en tu bienestar porque tienes más tiempo y ganas. Aprovecha y nútrete con recursos que te permitan sentirte más conectada, tranquila y disfrutona. Aquí van unas recomendaciones.

Aprovecha la energía del verano

En esta época del año puede ser el momento ideal para potenciar tu auto cuidado, conocerte mejor e introducir hábitos saludables porque:

  • Tenemos más energía porque los días son más largos y pasamos tiempo en lugares que nos recargan 🔋
  • Somos más flexibles con los horarios 😎
  • Nos permitimos descansar más y eso permite a nuestro cerebro aprender cosas nuevas y disfrutar con más intensidad.🤩

Libros para sumergirte 🐳

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Parar para vivir mejor

El Dr. Javier García Campayo es psiquiatra, director del Máster en Mindfulness de la Universidad de Zaragoza y uno de los mayores expertos en atención plena y compasión de nuestro país.

En una época donde la velocidad y el estrés dominan nuestras vidas, "Parar para Vivir Mejor" nos ayuda a comprender por qué vivimos así, a recuperar la calma y el equilibrio y a encontrar perspectivas positivas ante situaciones difíciles.

Este libro de lectura muy amena ofrece reflexiones, prácticas de mindfulness y compasión, ejercicios y ejemplos reales para ayudarte a reducir el estrés, mejorar tu salud emocional y aumentar tu nivel de satisfacción vital. ¡Muy recomendable!

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Autocompasión fiera

Kristin Neff, pionera en el campo de la autocompasión, nos ofrece una nueva perspectiva sobre cómo ser amables con nosotras mismas sin perder nuestra fortaleza. Este libro es una invitación a abrazar la autocompasión como una fuente de poder personal y resiliencia.

Neff presenta un enfoque equilibrado y revolucionario que combina la ternura y la firmeza. A través de experiencias personales, investigaciones científicas y ejercicios prácticos, Neff nos guía para entender que la autocompasión no es solo una práctica de amor y aceptación, sino también de protección y empoderamiento. ¡Me encanta!

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Biografía del Silencio

Pablo d'Ors nos invita a explorar el poder transformador de la meditación y el silencio. Este libro, una joya en la literatura de crecimiento personal y espiritualidad, ofrece una reflexión profunda sobre la práctica meditativa y su capacidad para darnos respuestas profundas y cambiar nuestra percepción de la vida.

A través de su experiencia personal, d'Ors muestra cómo el silencio puede convertirse en un maestro y guía. Con un estilo poético y sincero, el autor comparte las dificultades y descubrimientos que acompañan su práctica, haciendo del libro un testimonio íntimo y universal a la vez.

Este libro es para mí inspiración y disfrute profundos. ¡Me encanta!

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El arte de no amargarse la vida

Con un enfoque basado en la psicología cognitiva y un estilo claro y directo, Santandreu nos invita a cuestionar nuestras perspectivas, exigencias y perfeccionismos, proponiendo una vida más relajada y libre de preocupaciones innecesarias.

El libro está lleno de ejemplos concretos y casos reales que ilustran cómo nuestras creencias y percepciones pueden convertirse en la causa principal de nuestro sufrimiento. .

Este libro es fresco, práctico y divertido; te lo recomiendo porque a mí permitió tomar consciencia de creencias y perspectivas limitantes que no sabía que tenía y eso me ayudó mucho.

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Publicado en: Sin categoría

Cinco pasos para gestionar el hambre emocional

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

Ansia por comer

Hoy tenemos la suerte de contar con una invitada especial en el Blog de Menteencalma: es Violeta Guber, psicoterapeuta cognitivo-conductual y gestáltica con especialidad en adicciones.

Violeta tiene amplísima experiencia ayudando a sus pacientes a comprender su vínculo con la comida y a establecer una relación más saludable y plena con la alimentación. Consciente de que en esta época de confinamiento la ansiedad nos lleva a visitar la nevera con más frecuencia de la deseada, Violeta ha tenido el detalle de escribir para nuestra comunidad y entregarnos una fantástica pauta para suavizar el hambre emocional que, en estos momentos de incertidumbre, nos ataca especialmente fuerte.

Te dejo con ella, espero que sus consejos te ayuden y los pongas en práctica 😉

 

¿La permanencia en casa te “empuja” a comer de más?

 

Estos tiempos de permanencia en casa son un desafío de regulación emocional. Nuestro cerebro se ve expuesto a mensajes de peligro mucho más de lo habitual. Prendemos la televisión y vemos al “enemigo”. Las noticias nos cuentan cuántas presas se ha cobrado. Nos cuentan por dónde merodea, a cuántos puede atacar… Y por si esto fuera poco, nos cuentan lo mismo una y otra vez… ¿Quién, ante tanto estímulo, no experimenta ansiedad?

Una de las formas que nuestro cerebro encuentra para huir de lo desagradable es con una conducta gratificante. No es casual entonces que, con frecuencia, se nos antoje “algo rico”, algo dulce, o con harinas para “calmar” la ansiedad. “¿Te sientes identificado?

Ante emociones “negativas” como agobio, soledad y ansiedad, muchas personas sienten hambre emocional (que también se llama ansia). Y entonces comienzan a comer para escapar de la emoción. El enganche emoción-comida es especialmente fuerte si en tu vida has hecho dietas. Sumado al estímulo que estamos viviendo hoy por hoy, tu cerebro “tiene miedo” de la hambruna, experimentas ansiedad y ésta se transforma en ansia: la “orden” de comer sin hambre.

¿Cómo se manifiesta el hambre emocional? Puede que piques todo el día, o puede ser también que te pegues atracones con grandes cantidades de comida “toda junta”, muchas veces a escondidas. En cualquiera de sus formas surge una sensación de descontrol y luego culpa y desaliento ante la vivencia de haberse hecho daño.

Simplemente porque en nuestra vida cotidiana tenemos mucha comida “rica” disponible, a todos nos pasa que ocasionalmente comemos de más. El problema surge si esta forma de comer es muy habitual y te trae consecuencias negativas, como autocastigo y angustia por no poder controlarte y por generarte sobrepeso.

Para ayudarte a no recurrir a la comida si experimentas ansia por comer, te comparto los cinco pasos que creé aplicando mindfulness y técnicas psicoterapéuticas y que son una de las herramientas de mi programa “Sana el Hambre Emocional”

Puedes recordarlos con la sigla P.A.R.A.R

  1. Pausa y conecta con el ansia. Observa tus emociones, tus sensaciones corporales. Muchas veces también surgen pensamientos negativos que también puedes observar.
  2. Acepta el ansia. Aceptar significa dejar que esta surja, sin resistirla y sin reaccionar. El miedo a sentir el ansia (y a sentir la emoción que la originó) es lo que te impulsa a comer.
  3. Redirige tu atención ¿Qué estabas haciendo cuando el ansia por comer interrumpió? ¿Qué es genuinamente importante en este momento? Lleva la atención a tu cuerpo… ¿es hambre corporal? Recuerda que posponer la ingesta, es siempre una elección. Date permiso a responder de la forma que ama tu cuerpo
  4. Alégrate de haber desactivado el ansia. Las emociones positivas fijan los nuevos hábitos. Tu cerebro relacionará el no sobre-ingerir alimentos con la alegría y el bienestar.
  5. Repite estos pasos hasta modificar tu hábito.

Si sufres de sobreingestas emocionales, es importante que sepas que no estás destinada a vivir siempre así. Puedes desactivarlas cuando aprendes las técnicas para reprogramar tu cerebro y regular tus estados de ánimo. Para hacerlo es esencial que practiques mucha autocompasión y cero autocastigo. El crítico interior nunca fue muy efectivo, ¿verdad?

Recuerda que no hay nada que no puedas lograr cuando mantienes la determinación de encontrar el camino.

Violeta Guber


Violeta Guber psicóloga

Violeta es licenciada en psicología de la Universidad de la República; está formada en varias corrientes psicológicas que integra en su práctica: terapia cognitivo conductual y gestáltica y herramientas de coaching y neurociencias. Está especializada en psicoterapia Gestalt y en terapia sistémica en adicciones,

Si necesitas una guía personalizada para dejar atrás los pellizcos (picoteos) y atracones, puedes contactar con Violeta en hola@violetaguber.com También puedes encontrarla en su web www.violetaguber.com y en Instagram: violetaguber

Publicado en: Sin categoría Etiquetado como: ansia por comer, ansiedad por la comida, atracones

La ansiedad no es el problema

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

La ansiedad nos limita, en ocasiones no nos permite dar lo mejor de nosotros mismos y podemos incluso sentir que nos "amarga la vida"... Pero hay algunas cosas que me gustaría contarte...

 

1. La ansiedad no es tu enemiga

Sí, por mucho que sintamos que la ansiedad nos limita, por mucho que nos moleste, y aunque te resulte difícil de creer, la ansiedad está intentando ayudarte: es un mecanismo de tu instinto de supervivencia intentado protegerte frente a lo que tu mente interpreta como una amenaza. Así que de nada sirve que te relaciones con ella como si fuera un enemigo a vencer, pues estarías luchando contra ti misma… Y en una lucha de ti contra ti, ¿crees que puedes ganar?

Cuando nuestra mente interpreta algo como una amenaza (física o emocional), nuestro cuerpo salta con la programación que viene de serie (la ansiedad) para reaccionar ante un peligro; es una reacción de lucha o huye. La misma que se activaría si nos tuviéramos que enfrentar a un león y la misma que nos ha permitido llegar hasta donde estamos hoy en día.

Es cierto que las amenazas que nos toca vivir hoy son más sofisticadas y que salir corriendo o luchar físicamente de poco nos sirve para enfrentarnos a muchos de los “peligros” que hoy asumimos como tal: quedarnos sin trabajo, contraer una enfermedad, que nuestra pareja nos deje,  la soledad, el miedo al fracaso…etc.

De alguna forma, es como si nuestro programa de supervivencia necesitara una “actualización” para adaptarse a la vida moderna, pero eso no quita para que podamos cobrar consciencia de que lo que nos sucede no es incorrecto, solo quizás, a veces, una estrategia un poco torpe…

Y desde luego, emprender una batalla contra nosotros mismos no nos ayuda en absoluto, solo prolonga la agonía, aumenta el sufrimiento y nos sume en la frustración y la desesperanza.

¿Cuál es la propuesta desde el mindfulness?

Comprender la ansiedad y aprender a relacionarnos con ella y con sus síntomas sin tanta resistencia, para poder gestionarla con mayor fluidez y reducir el sufrimiento.

Además, la práctica de la atención plena nos ayuda a “actualizar” ese programa de supervivencia nuestro para poder responder de forma más funcional a lo que las circunstancias nos requieren realmente.

2. La huída automática ante lo incómodo te debilita 

Cuando huimos sin pensarlo de las pequeñas incomodidades de la vida le estamos enviando a nuestro cuerpo y a nuestra mente el mensaje de que no podemos soportar la incomodidad.

Y huimos cada día, a cada instante, sin darnos cuenta. Huimos del aburrimiento cuando nos toca esperar echando mano del móvil para no sentir esa incomodidad. Huimos de la sensación de vacío y de los nervios comiendo…. Huimos de los pensamientos que nos perturban poniendo la tele, de cualquier picorcillo rascándonos, de cualquier pequeño dolor físico con un analgésico… Hacemos de todo para no sentir contracción… y así, nos debilitamos: nuestra confianza en nuestra capacidad para tolerar lo que no es agradable se reduce muchísimo, hasta que terminamos creyéndonos incapaces de soportar lo incómodo.

¿Qué tiene esto que ver con la ansiedad?

La ansiedad es, básicamente, incomodidad: sensaciones poco agradables que nos toca experimentar en un momento determinado y que no queremos sentir porque creemos que son demasiado para nosotros.

Irónicamente, al resistirnos a ellas cuando aparecen, transformamos la incomodidad en sufrimiento y hacemos que todo se vuelva mucho más intenso e insoportable.

¿Qué hacemos en mindfulness?

Hacer espacio dentro de nosotros a la incomodidad, aprender a familiarizarnos con ella poco a poco, con mucha amabilidad, paciencia y siempre respetando nuestro propio proceso y lo que es posible para nosotros a cada paso del camino.

Así, nos fortalecemos, conectamos con nuestro coraje y vamos ampliando el espacio de lo que nos sentimos capaces de tolerar, de forma que cuando aparece la incomodidad no me asusta tanto porque sé que surge para desaparecer y que soy capaz de sentirla.

3. La ansiedad es una mensajera

En la mayoría de los casos, la ansiedad viene por y para algo. Algo necesita revisión: nuestras creencias, nuestra relación con nosotros mismos o con los demás, nuestra autoestima, nuestras necesidades no cubiertas, nuestra idea de nosotros mismos, cómo vivimos, si vivimos conforme a nuestras prioridades y anhelos o no… y un largo etcétera.

Y podremos reducir los síntomas, pero si no nos decidimos a abordar eso que pulsa bajo la ansiedad para ser visto, comprendido o integrado no estaremos dejando que la ansiedad cumpla su función y la tendremos llamando a la puerta cada poco…

Mindfulness nos permite desarrollar nuestra auto consciencia, conocernos. Pasando unos minutos de calidad con nosotros mismos, sin distracciones, nos damos cuenta de cosas importantes que pueden indicarnos hacia dónde necesitamos mirar.

 

 

Resumiendo, aunque nos parezca lo contrario, nuestro problema no es tanto la ansiedad como no querer sentirla, creer que nos somos capaces de tolerarla y, por supuesto, no atender eso que hay debajo de ella y que necesita de nuestra indagación y consideración.

Si te apetece empezar a relacionarte con tu ansiedad de forma más amable, reducir sus síntomas con una metodología que cuenta con amplísimo soporte científico y empezar a escucharte,  te invito a apuntarte a un curso presencial de mindfulness (seguro que hay alguno cerca de donde vives).  Y si no lo encuentras, o no lo puedes encajar en tu ya de por sí ajustado horario, tienes a tu disposición buenos cursos online como los que te ofrece Menteencalma.

  • Iniciación Reto21Días: un programa 100% práctico que te permitirá iniciarte en la atención plena de forma muy sencilla, amena y totalmente guiada, dedicando solo 10 minutos al día.
  • Aprendizaje  El programa Cinco Semanas de Mindfulness para Reducir la Ansiedad es una completa inmersión en la atención plena a través de audios, vídeos y prácticas variadas que te permitirá reducir los síntomas de forma notable, conocerte mejor y hacerte con herramientas efectivas para gestionar las emociones difíciles.
  • Entrenamiento Si ya has comprobado que meditar es bueno para ti, pero no consigues convertir la práctica en un hábito o sientes que necesitas ejercicios nuevos con las que profundizar y ahondar más en ti, Mindful365 es el programa que necesitas.

Y si quieres trabajar conmigo de forma personalizada o tienes dudas y necesitas orientación sobre la opción más adecuada a tus necesidades y circunstancias, escríbeme a través del formulario de contacto y hablamos 😉

Un abrazo,

Olaya

Publicado en: Sin categoría

Píldoras mindfulness para desconectar en vacaciones

por Olaya M. Acebal 2 comentarios

Adiós rutinas, hola sensaciones. Las vacaciones de verano son un momento óptimo para despertar los sentidos y reconectar con el cuerpo, dejando atrás el automatismo que nos domina el resto del año. Descubre qué sencillos pasos puedes dar para disfrutar mucho más del verano gracias a mindfulness.

 

Es inmejorable la oportunidad que nos ofrecen las vacaciones de verano -que suelen ser las más largas que disfrutamos- para desconectar de las rutinas y el piloto automático y aprender a prestar verdadera atención a lo que sucede en el momento. Y ¡ojo!, aunque puede parecer sencillo, como casi todo, requiere de entrenamiento 😉

Prestar atención a lo que sucede es lo que llamamos entrar en modo ser: un estado sumamente receptivo y alerta; pero, a la vez, relajado que te conecta contigo a niveles profundos.

¿Cómo podemos empezar? Explorando sensaciones

1.- Deja entrar el oxígeno en tu cuerpo

Frente a la respiración habitual del día a día (rápida, automática, inconsciente), te propongo que pares dos o tres veces al día para regalarte 3 respiraciones conscientes: trata de inhalar y exhalar de forma lenta y profunda por la nariz, saboreando cada inspiración y notando cada espiración.

“La respiración es el puente que conecta la vida a la conciencia, que une tu cuerpo con tus pensamientos. Siempre que tu mente se distraiga, utiliza la respiración para volver a ser consciente de ella. Inhala con suavidad y lentitud, sabiendo que estás inhalando. Exhala luego todo el aire de tus pulmones, sabiendo que estás exhalando.”

Thich Nhat Hanh

De inicio, es normal que pueda resultar un poco complicado, incluso molesto, inhalar de forma muy profunda… ¡No te preocupes! Una alternativa que da muy buen resultado es empezar por el final.  Prueba a exhalar primero expulsando todo el aire de tu cuerpo hasta vaciarte. En ese momento, ya estarás preparada para coger aire de nuevo ¡ya verás qué diferencia!

2.- Conviértete en sabueso

Huele la vida; utiliza el olfato cada día, en cada actividad. No te pierdas el olor del mar, la fragancia de la crema protectora, el aroma que ofrecen los paseos por la montaña, el olor que abre el apetito al llegar la comida… utiliza el olfato para descubrir  nuevos lugares y costumbres.

No pases de puntilla por los olores, sin prestarles atención; déjalos entrar en ti, como si olieras no solo a través de tu nariz, sino por cada poro de tu piel.

3.- Siente

¡No dejes escapar nada sin sentirlo antes! Dale relevancia al aire que te acaricia la piel, a la sensación de hormigueo al pisar la arena. ¡Olvídate del pelo y sumerge la cabeza bajo el agua! buceando, prueba a adoptar posturas diferentes, incluso raras, y comprueba qué se siente.

4.- Presta atención a los sabores

Lo cotidiano es que comamos por mero hábito: sabemos que algo nos gusta y, básicamente, lo engullimos. ¿Qué tal si, para variar, ponemos foco en lo que estamos comiendo? ¿Por qué no cerrar un instante los ojos y prestar verdadera atención al sabor, la textura y lo que nos hace sentir cuando lo metemos en la boca? Descubrirás matices nuevos que hasta ese momento ¡simplemente pasaban desapercibidos!

5.- No mires sin más, observa

Todo, ¡absolutamente todo! puede resultar sumamente interesante si le prestes un poco de atención: las personas que tienes a tu alrededor y con las que te cruzas un instante en el trayecto, la espuma de las olas que rompen en la orilla de la playa, los animales que salen a tu encuentro en la calle o en la montaña… Observa de verdad lo que te rodea y presta atención a los matices que, por ejemplo, la luz de cada momento aporta a una escena determinada convirtiéndola en única e irrepetible.

6.- Mueve tu cu-cu 😊

Caminar, moverse, estirarse es fundamental para activar nuestra energía; y la mayor ventaja es que no necesitamos un ejercicio físico extremo para obtener beneficios, sino que una caminata moderada diaria puede ofrecernos ya importantes mejoras en nuestro bienestar. Elige tu momento preferido y ¡adelante! Quizá por la mañana para activar tu cuerpo y comenzar el día con energía y motivada; conectada contigo misma; o, a lo mejor, al atardecer, para liberar posibles tensiones y relajar la mente.

La clave, en cualquier caso, es ser consciente en los pasos: ya sea de cómo se hunde el pie en la arena o de en qué piedra nos apoyamos mientras exploramos un camino nuevo de montaña.
También, de cómo nos sentimos y cómo está nuestro cuerpo según avanzamos con cada pisada en el camino

7.- Zambúllete en la naturaleza

¡Salimos de nuestra rutina y de la ciudad por algo! Y la naturaleza nos brinda tantos aprendizajes… Los árboles, los pájaros y los ríos se respetan a sí mismos, tienen sus propios ritmos y están en paz con ellos. Los seres vivos que conforman el medio natural no ansían ser nada distinto a lo que son ni vivir una realidad alternativa; por eso el campo, la playa y la montaña nos renuevan de forma profunda cuando nos dejarnos contagiar por ese fluir sin resistencia a lo que ya es.

Desconectar de verdad en vacaciones tiene que ver con re-conectar con uno mismo, eso  sin duda nos ayudará a vivir con menos ansiedad.

Vivir las vacaciones con atención plena, a través de la práctica de mindfulness, te permitirá regenerarte de verdad y entrenar tu mente para poder afrontar con mayor serenidad la vuelta a la rutina y gestionar mejor las etapas de estrés que se presenten.

Potencia tus vacaciones visitando el modo ser; te ayudará a  experimentarte de forma diferente, a renovarte, a gestionar mejor posibles frustraciones en caso de que la realidad de las vacaciones no siempre se corresponda con tus expectativas (algo bastante común😂); y, lo más importante, darás el primer paso para instaurar un fantástico hábito que te permita transformar esa ansiedad en libertad, crecimiento y fortaleza.

Ponte en marcha estas mismas vacaciones, recuerda que tienes a tu disposición la Edición Especial de Verano del Programa de Cinco Semanas de Mindfulness, que cuenta con 💫3 súper bonus de lujo💫 y está diseñado para que aproveches esta maravillosa época del año y hagas algo importante por y para ti: entrenar tu mente con técnicas científicamente probadas que te permitan reducir la ansiedad y el estrés de forma efectiva y natural, mejorar tu salud física, mental y emocional y optimizar tu rendimiento.

¿A qué esperas? Deja de desear más serenidad y da el primer paso para conseguirla 😉

¡Feliz Verano!

Publicado en: Sin categoría

Deja de darle chuches al monstruito de la ansiedad

por Olaya M. Acebal 2 comentarios

Dedicas tiempo y esfuerzo a "hacer cosas" que te ayuden a estar más calmada, pero ¿sabes qué es lo que te aleja de la serenidad realmente? Descubre las dos chuches preferidas del monstruito de la ansiedad.

 

Si te paras a pensar en qué es eso que perturba tu calma, seguramente identifiques varias causas: una carga de trabajo excesiva, problemas de salud, preocupaciones por el bienestar de tus seres queridos, por lo que los demás dicen y hacen, problemas e imprevistos que surgen en la vida o incluso, por la ansiedad en sí misma. Y sí, efectivamente, todo eso te aleja de la serenidad pero, por desgracia, muchas de esas cosas no están bajo tu control....

Hoy quiero que conozcas dos asuntos clave en la ansiedad que sí entran dentro de tu ámbito de influencia: dos factores internos que impactan directamente en tus niveles de serenidad y que nada tienen que ver con el mundo exterior. Dos factores que son tuyos y constituyen el alimento favorito del monstruito de la ansiedad.

Mucho antes de que haya problemas, antes de que surjan las preocupaciones, antes de que la carga de trabajo desemboque en estrés, o de que alguien diga o haga algo perturbador  existen dos asuntos internos muy concretos que tienen una relevancia clave en tu bienestar.

¿Cuáles son? En primer lugar, la atención dispersa y, en segundo, la intolerancia a las sensaciones incómodas. Te explico:

1. La desatención

Así es, amiga, una atención descontrolada es una bomba de relojería para tu bienestar.

En estudios llevados a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard, se llegó a la conclusión de que un cerebro medio (no entrenado) está a por uvas el 47% del tiempo; es decir, ¡la mitad de la vida! Esto, lejos de ser solo un problema de rendimiento laboral, tiene graves consecuencias en tu vida que debes conocer.

El alto coste de la desatención

Si tienes en cuenta que la mitad del tiempo lectivo no estamos a lo que hay que estar,  piensa por un momento cómo aumentaría tu rendimiento si pudieras mejorar tu nivel de concentración aunque fuera solo un 10%... tremendo, ¿no? Pero optimización del rendimiento laboral aparte, la atención dispersa tiene un coste emocional muy alto que quiero explicarte.

Mindfulness - dispersión mental¿Crees que, cuando tu mente divaga, tiende a volar hacia recuerdos maravillosos del pasado y fantasías ilusionantes sobre el futuro? Pues según afirman los expertos, no, y si hoy te pones a observar a dónde va tu mente cuando te despistas, llegarás a la misma conclusión por tus propios medios.

Los investigadores sostienen que, en el 80% de las ocasiones, la mente que divaga tiende a engancharse en recuerdos o fantasías que le causan malestar; por ejemplo, situaciones desagradables del pasado en las que nos reprochamos no haber actuado o reaccionado de tal o cual manera o escenas en las que alguien nos dijo algo que nos hirió o se comportó de forma que consideramos ofensiva o injusta con nosotros.

De la misma forma, dicen los neurocientíficos que cuando la mente desatenta recala en el futuro, suele dedicarse a imaginar desgracias varias o situaciones donde las cosas no nos salen como nos gustaría, de forma que, tras "nuestro viaje mental", regresamos al aquí y al ahora cargaditos de frustración, tristeza, ira, miedo o ansiedad de forma totalmente gratuita y sin que nos demos cuenta. Pues aunque nadie discute que hay que analizar experiencias para aprender y planificar estrategias para alcanzar objetivos,  ¿de qué nos sirve revisitar constantemente recuerdos del pasado donde nos sentimos heridos o pasearnos de forma regular por desgracias que solo existen en nuestra imaginación?

"Una mente que divaga no es una mente feliz" 

Debes saber que tu cuerpo no entiende de pasados ni futuros, él -que es el más sabio- solo vive el presente. Así, cuando imaginas o recuerdas cualquier cosa y "te enfrascas" en ese pensamiento, es decir, te lo crees y lo vives como si fuera real, aunque sea solo por un instante, tu cuerpo reacciona como si eso que estás pensando estuviera sucediendo en este mismo momento; es decir,  libera  hormonas y genera las mismas reacciones bioquímicas que generaría si esa situación se estuviera produciendo realmente: aumento de la frecuencia cardiaca, tensión en ciertas partes de tu cuerpo, activación y desactivación de ciertas funciones... lo que se traduce en esas sensaciones desagradables que te traemos de vuelta como amargos souvenirs de tus "paseos mentales".

La desatención, por tanto, no solo te lleva a perdernos muchos momentos de tu vida, ¡la mitad, ni más ni menos! sino que es un perfecto mecanismo de autoperturbación en el que te generas constantemente y de forma innecesaria emociones que te alejan de la serenidad. 

¿Qué puedes hacer?

El remedio está claro: entrenar tu atención para dejar de autoperturbarte gratuitamente con emociones que te alejan de serenidad y estar más presente en tu vida.

  1. Toma consciencia de esta realidad: una mente desatenta se pone muchas más trabas para ser feliz y estar serena y
  2. Toma la determinación de entrenar tu mente para convertirte en dueño o dueña de tu atención. 

Mindfulness es un entrenamiento atencional que trabaja tres habilidades clave.

  • La concentración: es decir, la capacidad de dirigir tu atención allí donde tú decides.
  • La claridad perceptiva: para poder darte cuenta de los distintos componentes que conforman cualquier experiencia que vives (las emociones y sus sensaciones físicas en el cuerpo, el discurso mental -lo que te cuentas sobre lo que estás viviendo-, y tus impulsos) de forma que mejora tu capacidad de gestión de las situaciones y abres la puerta a responder como quieres en lugar de reaccionar automáticamente movida por lo que sientes.
  • La ecuanimidad: esa maravillosa habilidad que te permite "no perder el norte" y ser consciente de que todo lo que sucede, tienes o vives (desde ese nudo en el estómago a ese momento precioso) también pasará... La ecuanimidad nos equilibra, nos aporta perspectiva y nos ayuda a valorar en justa medida.

Y nos hace mucha falta la claridad perceptiva y la ecuanimidad, precisamente porque el segundo factor interno que te le aleja de la serenidad, la otra chuche favorita del monstruito de la ansiedad, es la intolerancia a ciertas sensaciones físicas desagradables.

2. La intolerancia a las sensaciones incómodas

Todos sentimos que experimentar emociones “negativas” nos aleja de la serenidad. Algunas de ellas, como el miedo o la ira, son fuerzas muy poderosas y, cuando las experimentamos, partes muy primitivas de nuestro cerebro toman el control y nos  “secuestran”: se adueñan de nuestra atención, de nuestros pensamientos, de todo…

Pues bien, que sepas que, tal y como afirma Daniel Goleman, profesor de psicología de la Universidad de Harvard y experto en inteligencia emocional, en su libro Focus: desarrollar la atención para alcanzar la excelencia...

 estamos más expuestos a que las emociones guíen nuestra mente cuando estamos divagando, distraídos o sobrecargados de información.

Es decir que, de nuevo, una mente desatenta es más proclive al secuestro emocional... Pues sí que nos sale cara la divagación, ¿no te parece?

Pero, ¿qué es la emoción? Si ya has realizado mi programa Cinco Semanas de Mindfulness para Reducir la Ansiedad sabes que la palabra emoción proviene de e-motio y significa etimológicamente “impulso hacia”. Es decir, que las emociones vienen para inducirnos a una acción determinada.

Toda emoción nos visita por y para algo. Las emociones que llamamos “negativas” aparecen con un fin y son molestas porque esa es la mejor forma de movilizarnos (si no fueran incómodas, no nos moveríamos, así somos los humanos 😉…)

Pero, de nuevo, te invito a escarbar un poco más. Si prestas atención, verás que la emoción es capaz de manipularnos a su antojo a través de las sensaciones físicas concretas que genera en nuestro cuerpo y que nosotros nos sentimos incapaces de tolerar. 

Por ejemplo, si observaras con atención plena tu cuerpo cuando sientes ira, te darías cuenta de que se expresa en forma de calor, aumento del ritmo cardíaco, presión en distintas partes (como la mandíbula o los hombros), tensión en el estómago ...etc., y son precisamente esas incomodidades físicas y el patrón inconsciente que nos lleva a intentar deshacernos de esas sensaciones incómodas cuanto antes lo que nos "manipula" y nos lleva a reaccionar de forma automática.

Cuando desarrollamos consciencia de las sensaciones físicas concretas y nos entrenamos en ampliar nuestra capacidad de sostenerlas -siendo conscientes de que todas y cada una de ellas son de duración limitada y se irán tal y como han venido-, les quitaremos poder a nuestras emociones y éstas nos alejarán de la serenidad en menor medida y durante menos tiempo.

Por eso, en mindfulness también nos entrenamos (siempre desde el amor y el cuidado) en aumentar poco a poco nuestra tolerancia a las sensaciones incómodas. Empezamos por tolerar ligeros picorcillos sin reaccionar a ellos y continuamos con otras sensaciones más complejas. Te puedo garantizar que el efecto de ampliar poco a poco y con cariño tu tolerancia a la incomodidad es casi mágico... una maravillosa puerta a la libertad.

Entrenar tu atención requiere paciencia y persistencia (pocas cosas importantes se consiguen en esta vida sin algo de disciplina), pero los frutos de vivir en atención plena son enormes y deliciosos...

Haz algo útil por tu serenidad en lugar de limitarte a desearla

Entrena tu mente en atención plena y ecuanimidad. Puedes buscar un curso de mindfulness o de meditación en tu localidad o, si no hay o no puedes adecuarte al horario, apúntate a un programa online de calidad, Menteencalma te ofrece varias posibilidades.

Un abrazo,

Olaya

 

¿Quieres entrenarte en mindfulness conmigo?

  1. Iníciate desde la práctica ¿Eres nuevo en esto de Mindfulness y te gustaría probarlo?  Apúntate al Reto21Días: un programa 100% práctico que te permitirá iniciarte en la atención plena de forma muy sencilla, amena y totalmente guiada, dedicando solo 10 minutos al día.
  2. Aprende la metodología ¿Quieres reducir la ansiedad de forma efectiva y natural en tan solo 5 semanas y dispones de, al menos, 20 minutos al día? El programa Cinco Semanas de Mindfulness para Reducir la Ansiedad es lo que necesitas. Una completa inmersión en la atención plena a través de audios, vídeos y prácticas variadas que te permitirá reducir los síntomas de forma notable, conocerte mejor y hacerte con herramientas efectivas para gestionar las emociones difíciles.
  3. Entrena y asienta tu hábito de práctica ¿Tienes conocimientos de mindfulness y ya has comprobado que meditar es bueno para ti, pero no consigues convertir la práctica en un hábito o sientes que necesitas prácticas nuevas con las que profundizar y ahondar más en ti? Mindful365 es el programa que necesitas.

 

 

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Cómo vivir la maternidad con menos ansiedad y más disfrute

por Olaya M. Acebal 2 comentarios

¿Te gustaría conocer herramientas para que tus hijos colaboren y que el ambiente en casa permita disfrutar mucho más del tiempo en familia? La maternidad, una aventura preciosa y apasionante, también presenta enormes retos que, si no aprendemos a gestionarlos, pueden convertirse en importante foco de estrés y ansiedad. 

Sé que a muchas de mis clientas les gustaría tener herramientas específicas para poder resolver mejor los pequeños conflictos cotidianos que se presentan en casa cada día. Por ello, le he pedido ayuda a Helena Ruiz Pino, una profesional experta en la materia que te va a encantar. Helena nos ha preparado un fantástico artículo con importantes claves para vivir la maternidad con menos ansiedad y mejorar la relación con los pequeños de la casa. Déjame que te la presente:

Helena Ruiz Pino es especialista en comunicación familiar, coach y creadora de la metodología My Family Lab. Su misión es ayudarte con herramientas concretas y valiosas a recuperar la calma y el disfrute en la relación con tus hijos.

 

 

Te dejo con ella…

¿Te esfuerzas por ser la madre perfecta?

 

¿Tienes la sensación de que hay días en los que consigues mantener la calma y eres todo paciencia? ¿Cómo es la relación con tus hijos esos días? Probablemente os sentís mucho más conectados y, como consecuencia, tus hijos estén mucho más dispuestos a colaborar contigo. Porque déjame decirte algo, un niño que no se sienta conectado contigo es un niño que casi con toda seguridad no va a estar dispuesto a colaborar.

Sin embargo, hay días en que no todo es tan “flower power» y te posee ese troll que todas llevamos dentro y a la mínima gritas a tus hijos, para después encima sentirte super culpable por ello.

Es viernes, llevas toda la semana con muchísimo trabajo y estrés, eso no te está dejando dormir demasiado bien, con lo que estás agotada y un poco irascible.  Para ti es imprescindible llegar puntual al trabajo hoy porque tienes una reunión con tu jefa. Tus hijos que también están especialmente cansados después de llevar toda la semana en el cole, remolonean más de la cuenta  para desayunar y vestirse. Quieres permanecer calmada pero tu irritabilidad  y tus cuerdas vocales son más rápidas que tú. Y gritas: -¡ya está bien! ¡todos los días lo mismo! ¡siempre estáis igual! ¿es que nunca podéis hacer caso de lo que os digo? ¡Voy a llegar tarde por vuestra culpa! ¡Me tenéis harta!

Cuando consigues calmarte, te sientes tremendamente culpable por haber reaccionado así, y te machacas con un “no debería haber gritado así, soy lo peor, soy una madre horrible”

Muy a menudo, tanto en mis sesiones como en mis talleres, muchas madres me cuentan que viven su maternidad desde la ansiedad, y una de las frases que más me repiten es: Helena, no puedo más, tengo sensación de no llegar a nada, el trabajo, los niños, ¡estoy agotada y sobrepasada!. Me paso el día dando órdenes, gritando y amenazando a mis hijos y eso me hace sentir un sentimiento de culpa horrible.

Como puedes imaginar, este tipo de pensamientos, no hace sino alimentar esa sensación de vivir la maternidad desde la ansiedad.

¿Te sientes identificada con esto? Pues déjame decirte algo, las madres perfectas no existen y tus hijos no necesitan una madre perfecta, necesitan una madre consciente, y estoy convencida de que si estás leyendo este artículo es porque deseas detectar qué cosas puedes cambiar para sentirte orgullosa de ti misma como madre.

Te dejo aquí algunos tips que sé que te van a ayudar a soltar la carga de sentir que tienes que ser la madre perfecta con los hijos perfectos.

  1. Unas veces se gana, y otras se aprende: parece que vivimos en una cultura en la que no se tolera el error. Cada vez que te des cuenta de que te has equivocado, en lugar de machacarte, felicítate por haberte dado cuenta de ello, porque eso significa que estás saliendo del piloto automático.
  2. Hazte responsable de tus actos: La culpa es una de las emociones más destructivas que existen. En lugar de aferrarte a ella, asume tu parte de responsabilidad y pregúntate, ¿qué he aprendido de esto? ¿qué puedo hacer diferente la próxima vez?
  3. Repara si es necesario: Una manera de hacerte responsable de tus actos es pedir perdón si es necesario. La única manera de que tus hijos integren la importancia de pedir perdón, es ver que sus padres les piden perdón de corazón y con total normalidad.
  4. No pretendas ser como las demás: Afortunadamente cada persona es única y especial. Y tú no eres la excepción. Así que no te compares con otras madres, ellas tienen situaciones, retos y habilidades totalmente diferentes a las tuyas.
  5. Cambia tu foco: ¿Recuerdas cuando estabas embarazada y veías embarazadas por todas partes? Que curioso ¿no?. Esto es, porque donde ponemos nuestro foco poneos nuestra energía.  ¿Dónde está tu foco con respecto a tu maternidad? ¿En las cosas que haces mal o en las cosas que haces estupendamente bien? Si normalmente sólo te fijas en las cosas que haces mal, necesitas poner tu scanner de detectar las cosas que haces bien a máxima potencia. ¡A por ello! Ya verás como de repente te das cuenta de que hay millones de cosas que haces bien que antes te pasaban totalmente desapercibidas.
  6. Sé amable contigo misma: Muy a menudo somos nuestro peor verdugo. Estoy convencida de que si hablásemos a nuestras amigas como nos hablamos a nosotras mismas, nos quedaríamos sin amigas en un minuto. Así que cada vez que te digas, “lo he vuelto a hacer fatal, soy la peor madre del mundo”, cambia tu discurso y dite a tí misma, “que suerte que me he dado cuenta de que no lo he hecho como me hubiese gustado, porque eso me da la oportunidad de aprender y hacerlo mejor la próxima vez” Así que trata de ser comprensiva contigo, de darte amor y cariño. Quiérete, sonríete y abrázate, te lo mereces muchísimo.

Y sobretodo, acuérdate de hacer lo posible para volver a disfrutar de la relación con tus hijos, ¡merece muchísimo la pena! Y te aseguro que es totalmente posible. En estos años me he dado cuenta de que con estrategias y herramientas que sean aplicables en tu día a día, puedes conseguir recuperar la calma y el disfrute en la relación con tus hijos.

¡Un gran abrazo!

Helena

👉🏻¡No te pierdas su videocurso gratuito!

¿Qué te han parecido las claves que te ha dado Helena? Espero que te hayan gustado tanto como a mí y nos encantará leerte en los comentarios. Si este artículo te ha parecido útil, compártelo en tus redes (tienes los botones abajo!)

Ahora, te animo a apuntarte a su videocurso gratuito  Recupera la calma y el disfrute en la relación con tus hijos en el que aprenderás 3 herramientas potentísimas que te ayudarán a conseguir que tus hijos colaboren (¿a que sientes que eso también te ayudará a reducir tu nivel de ansiedad! 😉)

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★ Consigue que tus hijos colaboren sin tener que insistir, gritar o amenazar
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¿Qué tienen que ver Migraña y Ansiedad?

por Olaya M. Acebal 5 comentarios

¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Migraña y ansiedad están íntimamente relacionadas tal y como descubrimos hoy con Séfora Bermúdez: bióloga, "ex migrañosa" y fundadora de Vivir Sin Migraña.

 

Iniciamos un nuevo tipo de contenido en nuestro blog: entrevistas en vídeo a profesionales que de alguna manera están relacionados con el mindfulness, la meditación o con la ansiedad.

Y es para mí un placer inaugurar este nuevo bloque de contenidos con Séfora Bermúdez, de www.seforabermudez.com que desde su proyecto Vivir Sin Migraña se encarga de ayudar a las personas que se sienten limitadas por este problema a vivir una vida nueva, feliz y mucho más posibilitante.

Hoy hablamos con Séfora Bermúdez de:

  • Qué es la migraña y qué experimentan las personas que la sufren.
  • La relación que existe entre migraña y ansiedad
  • El principal error que se comete con la migraña
  • El papel que ocupa mindfulness en la superación de la migraña

Te animo a darle al play y a disfrutar de la entrevista (Si prefieres leerla, encontrarás la transcripción debajo del vídeo)

Enlaces Mencionados

¿Dónde puedes encontrar a Séfora?

  • Programa Descubre Tu Migraña
  • Artículo: Léelo si no tienes migraña
  • Guía gratuita: Tres errores que cometes con tu migraña

[TRANSCRIPCIÓN DE LA ENTREVISTA]

-[Olaya] Bienvenida a Séfora,  ¿cómo estás?

- [Séfora]  Pues muy contenta, es todo un orgullo y un honor inaugurar esta nueva sección

- Te agradecemos un montón que estés aquí con nosotros y, para empezar, me gustaría que nos contarás un poco más sobre ti y sobre cómo surge un proyecto Vivir Sin Migraña

-Mi proyecto nació hace 2 años, pero llevo toda una vida preparándome para lanzarlo a la luz. Yo era migrañosa; digo era porque ya no lo soy. Hace 11 años conseguí vencer esas migrañas y seguí con mi vida diaria hasta que un día decidí que tenía que compartir esto con otras personas, porque cuando conocía a alguien que sufría estos dolores de cabeza me preguntaban: ¡pero cómo lo has hecho!

-Séfora tiene un artículo estupendo, que recomiendo a todo el mundo porque está dirigido a las personas que no tenemos migraña y se llama Léelo si no tienes migraña. Séfora, empieza explicándonos qué es tener migraña y qué es lo que experimentan las personas que la padecen.

-Yo lo definiría como una pesadilla, es una auténtica pesadilla, es imposible imaginarte la cantidad de dolor que sufre una persona que tiene estas crisis; de hecho, hay personas que se suicidan en medio de una migraña; es un dolor constante, taladrante, que viene acompañado de otros muchos síntomas como: náuseas, mareos, sensaciones muy desagradables y que suceden de forma aleatoria y vaya varias veces a la semana... Encima te que no puedes hacer nada,  que va a ser para toda la vida... Y con este panorama se encuentra uno..., teniendo que llevar su trabajo, su vida, su salud adelante sin solución y para siempre.

-Entiendo que ese dolor es muy limitante, muy potente y que a veces requiere que interrumpas tu vida cuando aparece...

-Es muy incapacitante. Hay dos tipos de personas: unas pueden hacer sus tareas diarias a pesar del dolor, aunque como zombies, hacemos las tareas en automático, intentando sobrevivir, y hay otras personas a las que les incapacita totalmente y tienen que dejar su actividad; esto tiene una gran afectación a nivel laboral, porque si faltas tres veces a la semana a tu trabajo o si faltas a todas las reuniones familiares o no puedes quedar con tus amigos... es una patología muy triste y muy solitaria, porque siempre te encuentras tú con tu dolor en una habitación.

-Y desde el punto de vista fisiológico, ¿ podrías explicarnos qué es realmente una migraña?

-El origen de la migraña no es algo físico; se trata de una hipersensibilidad cerebral: un fallo de los mecanismos de generación de dolor. El dolor tiene una función protectora... Cuando estás cocinando y tocas una sartén ardiendo te duele para protegerte, para que hagas algo -en este caso, separar la mano del fuego-. El objetivo del dolor de cabeza es protegerte, que no te expongas a esa reunión estresante, a esa comida con tu suegra a la que no soportas, por ejemplo, lo que sucede es que el umbral del dolor cada vez va bajando más y más, y esta vía de generación de dolor se automatiza tanto que ya hay dolor independientemente del desencadenante inicial. Al final te duele la cabeza llueva o haga sol, tengas una actividad estresante o no la tengas... ya no sabes por qué sucede.

-Ahora me gustaría que habláramos un poco, si te parece y a colación de lo que nos cuentas, de la relación que existe entre migraña y ansiedad. He leído en tus artículos y otras partes que existe una relación bastante próxima entre una y otra. De hecho, tú defines la migraña como una respuesta del cuerpo ante lo que la mente interpreta como un peligro y esta definición es muy parecida a la de ansiedad. ¿Cuál es, entonces, la relación entre migraña y ansiedad, según tus conocimientos y experiencia?

-Es un poco como la pregunta ¿qué fue antes el huevo o la gallina? Se ha analizado mucho a las personas que sufren migrañas y siempre se dice que no se detecta ninguna personalidad en concreto, pero según mi experiencia, los migrañosos somos fotocopias: tenemos mayor predisposición genética a sufrir estrés ansiedad y ansiedad y esto viene asociado a una determinada tipología de carácter: somos personas a las que les gusta mucho tener el control, que tenemos un pensamiento muy dicotómico: las cosas son blancas o negras, no existe el gris, y todas estas características nos dan más números para que al final nos acabe "tocando la lotería". En nuestro caso esa lotería es el dolor de cabeza, al igual que en otras personas es el dolor de espalda o el dolor de estómago. De hecho hay estudios que dicen que las personas que tienen migraña tienen 5 veces más posibilidades de sufrir ansiedad. Además tenemos un añadido debemos debido a todas estas situaciones tan desagradables que sufrimos: nuestra familia, que no nos comprende, amigos que nos dejan de lado y que te despidan en los trabajos pues todo esto es un polvorín para desarrollar ansiedad... Según mi teoría -y yo no soy psicóloga soy bióloga- la ansiedad es un exceso de futuro estar siempre pensando en el mañana.

-Igual que la ansiedad... tiene mucho que ver con estar con la mente en el futuro en vez de aquí y ahora: en lo que va a pasar, en lo que temo que pase... ¿En tu experiencia las personas que sufren migraña migraña intentan tratar su ansiedad o como la migraña es el problema más doloroso, la ansiedad pasa desapercibida?

-Nos movemos intentando buscar soluciones a los problemas más grandes, entonces siempre vamos a  intentar eliminar el dolor de cabeza la ansiedad queda en segundo plano, aunque es uno de los principales pilares que trabajar ya que, cuando uno tiene ansiedad o estrés, genera hormonas cómo cortisol o adrenalina, que se traduce en un recrudecimiento de las crisis. e

-En este contexto, tú recomiendas a sus clientes que practiquen mindfulness como parte de tu metodología para la superación de la migraña, ¿qué papel cumple la atención plena en el proceso de superación? 

- Como te decía, este miedo a que aparezca el dolor puede controlarse, minimizarse, incluso eliminarse aplicando herramientas como el mindfulness: es algo que yo uso muchísimo junto con técnicas de modificación del pensamiento: todo aquello que nos ayuda a controlar lo que pensamos para no caer en estos comportamientos "adivinatorios" y no tener miedo al dolor, que finalmente es lo que lo provoca. Todo lo que nos traiga la atención al aquí y al ahora, a un solo pensamiento o a una acción  mejora muchísimo los dolores de cabeza.

-En tu web ofreces una guía gratuita que se llama Los tres errores que cometes con tu migraña ¿podrías hablarnos de alguno de esos errores?

- Hay un error garrafal que cometemos todos y que yo también cometí en su día y es la evitación: algo totalmente lógico porque algunos profesionales suelen decirte que si ir a cenar a casa de tu suegra te da migraña, pues no vayas; que si ir a un restaurante los sábados te da migraña, pues no vayas ... y así tu burbuja se hace cada vez más pequeña y la migraña se hace más fuerte y gana. La llave que te permite iniciar la curación es todo lo contrario: la exposición, aplicando herramientas de Mindfulness y de otras que hemos estado mencionando -claro-, para conseguir que el cerebro no desencadene el dolor cuando te expones a estas situaciones... y así, llega un día donde esta acción ya no te genera dolor y entonces hay que coger otra y otra hasta que, finalmente, acabas no teniendo dolor porque reprogramas tu mente para ello. Así que hay que beber vino, salir a cenar, hacer eso que no se estrena...

-jeje

-¡Claro! Es que hay personas que tienen auténtico terror a un plátano porque una vez comieron un plátano y tuvieron migraña y entonces ya nunca más comen plátanos y, así, esos miedos se hacen más fuertes y, cuando pasa un mes, le sucede lo mismo con una naranja y luego no comen ni plátano ni naranja y así sucesivamente hasta que llega un punto en que no vives, no comes, no sales y no eres feliz...Hay que perderle el miedo a todo eso porque, en realidad, no desencadenan una migraña, lo que desencadena la migraña es el miedo a que me lo provoque...

-Con tu respuesta queda clarísimo el paralelismo tan grande que hay entre migraña y ansiedad, porque también las personas con ansiedad precisamente uno de los errores que cometemos es la evitación: dejar de hacer cosas y eso va en detrimento de nuestra felicidades, plenitud, desarrollo personal y profesional etcétera. Para terminar, Séfora, las personas  que nos estén escuchando y tengan migraña o conozcan a alguien que sufre migrañas y quiera empezar a trabajar contigo: ¿que tiene que hacer?

- Pues, para empezar, he creado un programa muy sencillo pensado para esas personas que llevan toda la vida haciéndose preguntas sobre la migraña: que pasa en mi cabeza, que tengo que hacer, si es hereditaria... ¡hay mucha gente que no tiene hijos por miedo a pasarles está horrible enfermedad! Pues para dar respuesta a todo he creado este programa pilar de 10 días y  precio muy asequible dónde pongo en palabras comprensibles terminología a veces complicadas y que ayuda a que  las personas pierdan el miedo a la migraña.

- Fenomenal, pues dejamos aquí el link de acceso a ese programa y... ¡nada más! que ha sido un auténtico placer haber inaugurado esta nueva sección de contenidos contigo; creo que toda la información que nos has dado hoy es muy interesante y que nos va a permitir comprender mejor que es la migraña y la relación que hay entre migraña y ansiedad. Muchísimas gracias, Sefora.

Acceso al programa --> Programa Descubre tu Migraña

- Gracias a vosotros.

 

Publicado en: Ansiedad, Entrevista, Mindfulness, Sin categoría, superación personal Etiquetado como: ansiedad, entrevista, meditación, migraña, minsfulness, séfora bermúdez

Meditar debería ser como lavarse los dientes

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

"Cuando hablas de tu práctica diaria de mindfulness o meditación pasas a ser el centro de la reunión familiar, de las cañas con los colegas, del trayecto en metro después del curro… Se hace un silencio, la gente te pregunta cosas divertidas como ”¿eres budista?", "¿comes carne?", "¿y tu mujer qué opina?", "¿los saben tus hijos?""

Hoy tenemos la suerte de contar con un invitado especial en el Blog de Menteencalma: es Eduardo Barriocanal, psicoterapeuta formado en el programa MBSR y practicante entusiasta de meditación.

Eduardo no es solo un mindfulnero convencido, sino que también utiliza mindfulness como herramienta para ayudar a sus pacientes. Hace un tiempo, le pedí que escribiera para los lectores de Menteencalma explicándonos qué ha supuesto la práctica en su vida, cómo lo aplica en su consulta y si cree que hay algunos aspectos que deberíamos tener en cuenta  ¡y accedió! 😉

Aquí tenemos su artículo. Te dejo con él, que lo disfrutes.

 


¿Tú te lavas la boca?

 

Actualmente sería una pregunta extraña; hace tiempo que somos muchos los que mantenemos esta sana costumbre una, dos, incluso tres veces al día; parece que favorece nuestra higiene... Por otra parte, es extraño, cuando hablas de tu práctica diaria de mindfulness o meditación pasas a ser el centro de la reunión familiar, de las cañas con los colegas, del trayecto en metro después del curro… Se hace un silencio, la gente te pregunta cosas divertidas como ”¿eres budista?", "¿comes carne?", "¿y tu mujer qué opina?", "¿los saben tus hijos?".

Salvo en algunos foros -como este, claro está-, en estos espacios privilegiados podemos profundizar para no quedarnos en algo que nos etiquete de manera superficial, sino que se convierta en la práctica transformadora que es. Es más, diría experiencia sanadora del yo y del nosotros; practicamos para nosotros y para el universo entero. Añadimos conciencia a este mundo tan necesitado.

Sus primeros contactos con la meditación

En mi caso, la práctica vino desde la vía del yoga, luego del zazen. De manera intuitiva lo exploré en mi práctica como psicoterapeuta, ya que es mi principal ocupación profesional. Digo de manera intuitiva porque fue después de atreverme a recomendarlo y practicarlo con personas en consulta con cualquier tipo de sufrimiento cuando descubrí el mindfulness académico (con libros y toda su experiencia clínica). No voy a ponerle palabras a la intensa emoción que supuso este descubrimiento… quizá nombre lo fortalecido que se vio mi ego, mi pequeño yo.

Mindfulness en su consulta de psicoterapia

A nivel profesional, cuento con esta herramienta porque veo en la práctica que hay personas a las que les descubre un mundo interior: un diálogo interno que antes era puro ruido y ahora parece como una radio bien sintonizada; no siempre suena lo que quieren, pero lo escuchan con más nitidez e incluso con el tiempo son ellos los que pueden elegir el contenido o apagar el contenido más molesto.

lo que antes era puro ruido ahora parece una radio bien sintonizada; no siempre suena lo que quieren, pero lo escuchan con más nitidez

La propuesta es, sin engaños y con la sinceridad que esto necesita, mucha práctica y, sin duda, una herramienta no al alcance de todos. He trabajado con patología mental grave y soy consciente de la inmensidad de la mente (la luz y las sombras).

Quizá, para otra ocasión, pero simplemente me gustaría nombrar las numerosas técnicas mindfulness y nuestra obligación como profesionales de elegir la herramienta para cada persona. Por tanto, a los que les ofrezco esta herramienta, practican al inicio conmigo y luego hacen suya la técnica que más les guste.

Su práctica personal

La experiencia va calando en mí de tal forma que ahora es parte de mi higiene: la practico a diario, o casi, igual que lavo mi boca varias veces al día. Es verdad que adapto mi práctica a mis circunstancias (y creo que puedo hacer esto por que también he pasado por etapas de práctica formal estructurada y en grupo donde he aprendido de personas con más práctica que yo).

Quizá aquí me detenga para señalar la necesidad de pasar por un período de “formación”, ”supervisión” o de, simplemente, pedir ayuda; nunca supondrá una pérdida salvo que el otro sea un impostor/a y no haya transitado por los senderos a los que quiere guiarnos (o puede que seamos nosotros los impostores poniendo en ese espacio o persona unas expectativas irreales.)

Para mí es necesario observar ese discurso interno, hay días de mucha actividad profesional, de un ritmo alto de tareas y, si no eres consciente de ello, llegarás a casa y seguirás con este ritmo. En el día a día “proyectamos” lo nuestro en los demás: si estoy con cierta emoción, puedo "ponerla" en la otra persona y para mí, el mindfulness ayuda a descubrirnos en estos juegos de la mente. No sólo practicamos en el cojín (práctica formal), la práctica sigue al levantarnos (práctica informal).

Mindfulness ayuda a descubrirnos en esos juegos de la mente

Empecé nombrando cómo va calando en mí la práctica hasta ser parte de mi día a día y esto se refleja también en cómo me relaciono con la familia, con los amigos/as, en la consulta... es una sensación y, de nuevo, no me entretendré con palabras, pero sí nombrar cómo trato de no ser multi-tareas, es decir, cuando escribo, escribo; cuando escucho, escucho; cuando canto, canto; cuando ando, ando… y si tengo que ser multitareas pues !ea!

Algunos aspectos importantes a tener en cuenta

Con la experiencia personal y profesional me gustaría compartir algunos “peligros “ de la práctica:

  1. Convertir la práctica en un bien más de consumo: es decir, tengo un carnet de socio de mi equipo preferido, de mi supermercado habitual, del gimnasio… ahora de practicante de mindfulness (que me da el poder de ser El Centro de las reuniones). Quizá lo opuesto sea dejar que la práctica nos haga, se haga en nosotros, pase a través de nosotros. Sin necesidad de exhibirlo, sin avergonzarnos -claro- ni esconderlo, sino como algo íntimo.
  2. Engancharse a la práctica como escondite o escapatoria de nuestra vida, sobretodo en personalidades adictivas, dependientes… las sensaciones en la práctica pueden llegar a ser placenteras y cercanas a experiencias de goce conocidas (sexo, drogas, intelectual, sensorial…) por eso, puede ser tentador pasar más y más tiempo en este estado. Por otra parte, la falta de goce no es indicador de fallo en la práctica. Al igual que en la vida hay dicha y desdicha...
  3. En parte derivado de lo anterior,  puede conllevar el peligro de aislarnos del otro y hacer del proceso de interiorización un camino de ida sin retorno.
  4. Intelectualizar la práctica y dedicarnos a leer, escribir, hablar en más proporción que a experimentarla.
  5. Peligroso me parece, también, vaciar la práctica de la alegría y la empatía que están en las raíces de lo que ahora ha florecido en forma de mindfulness.

En algún momento antes plantee algunos de los beneficios que me aporta la práctica y, para ampliarlos, existen multitud de estudios, incluso por áreas (salud, trabajo, relaciones, colegios…). Sin embargo, os propongo imaginar como sería una sociedad en que la pregunta "¿tú meditas?" fuera tan inapropiada como "¿tú te cepillas los dientes?".

¡Buena práctica!

Eduardo Barriocanal


 

Eduardo BarriocanalEduardo Barriocanal es Psicólogo General Sanitario. Está formado en el programa Mindfulness Based Stress Reduction de la Universidad de Massachusetts y en el Centro Anna Freud de Londres en Mentalization based treatment for Adolescents. Durante más de una década desarrolló su labor profesional en la Unidad de Adolescentes del Hospital de Día - CET "Pradera de San Isidro" de Madrid. Actualmente, atiende a sus pacientes en su consulta privada de Madrid.

Puedes ponerte en contacto con Eduardo escribiéndole a  barriocanalg.e@gmail.com

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Soy Olaya

Consultora Experta en Mindfulness y Compasión y me
dedico a ayudar a mujeres que se sienten limitadas por la ansiedad y el malestar emocional a reducirla de forma efectiva y natural a través del entrenamiento mental y el autoconocimiento. ¡Bienvenida! Leer Más…

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