• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral principal

Mente en Calma

  • INICIO
  • Ansiedad
  • Autoestima
  • Reto21Días
  • Libérate
  • Mindful365
  • GRATIS
    • De la Ansiedad a la Calma
    • Tres errores con tu ansiedad
    • 11 Claves de Bienestar
  • Contacta

mente en blanco

La meditación es para valientes

por Olaya M. Acebal 6 comentarios

La meditación es para valientes

Meditar te parece raro, lo sé… quizás tan peculiar como ser vegetariano o vivir sin tele: una excentricidad como cualquier otra. Pero, al igual que hoy nos extraña lo que hace años era la norma, dentro de no mucho quizá sea nuestro pan de cada día lo que ahora consideramos extravagante. Así sucedió en su momento con el yoga o incluso con ir al gimnasio.

Meditar nos resulta raro porque -entre otras cosas- no sabemos qué es ni para qué sirve. Algunos lo relacionan con ciertas religiones, otros hemos tenido serios prejuicios sobre el tipo de personas que practican la meditación y la mayoría tiene ideas bastante equivocadas sobre en qué consiste la práctica en realidad.

Desmontando bulos

Son muchas las malas interpretaciones y los bulos que corren por ahí sobre la meditación. Desmontemos algunos...

Se dice que meditar es...

  • Dejar la mente en blanco. ¿A que tú también pensabas esto? 😉 Pero si pudiéramos dejar la mente en blanco a voluntad no habría ansiedades ni depresiones… Así que no, meditar no consiste en dejar la mente en blanco.
  • Una técnica de relajación. La relajación puede surgir a consecuencia de la meditación (aunque no siempre) o  podemos inducirla al principio de la práctica para abrir nuestra percepción aún más, pero meditar es mucho más que relajarse.
  • Pensar en positivo. En meditación no se pretende sustituir pensamientos negativos por otros positivos ni programar ningún tipo de idea. En relación a los pensamientos, el objetivo es que observes lo que piensas con algo de distancia.
  • Vacunarse contra las emociones o estar por encima de ellas. Todo lo contrario: se trata de ver qué estoy sintiendo y permitirme sentirlo con toda la intensidad.
  • Buscar un placentero estado de paz. Este estado surge algunas veces, pero no se puede forzar y es puñetero porque, si lo persigues, se esfuma. En todo caso, eso sería un subproducto de la meditación, pero en ningún caso el objetivo.
  • Practicar una nueva religión. No, ni si quiera es practicar una religión...
  • Darle vueltas a las cosas. Bueno, eso es meditar sobre algo, pero aquí nos referimos a la práctica contemplativa, que es otra cosa totalmente distinta.

En mi círculo más íntimo nadie medita, la verdad. Yo he sido <> o <> -depende de para quién, jeje-. Al principio mi familia y amigos se extrañaron e incluso generó cierto recelo porque algunas personas se sienten verdaderamente incómodas cuando otros pululan por territorios que rebasan el perímetro de lo que su mente considera lo normal (no exagero si digo que algunos hubiesen aceptado mejor que me hubiera dado por hacer puenting...). Más tarde todo se normaliza y se respeta e incluso llega a generar curiosidad.

Pero, ¿realmente da para tanto revuelo el sentarse unos minutos con los ojos cerrados a observar? Tan cierto es que lo desconocido asusta un poco -por sencillo e inofensivo que sea- como que esto no es para todo el mundo o que algunas personas no están a día de hoy en disposición de entender la utilidad de esta práctica (yo misma no lo estuve durante mucho tiempo). Muchos otros simplemente huyen -incluso de forma inconsciente- de la sola idea de quedarse a solas consigo mismos. Y es que meditar es para valientes 😉

En lo que a mí respecta, lo que la meditación me ha aportado y me aporta es tan real, tan válido y substancioso (no solo a nivel de gestión de la ansiedad sino en muchos otros sentidos) que mi relación con ella -conmigo- está muy por encima de la opinión que la práctica genere.

¿Qué es meditar para mí?

Hoy no quiero detenerme en la definición oficial (observar sin juicio lo que sucede aquí y ahora) ni hablarte de estudios científicos,  hoy quiero contarte lo que es meditar para mí.

Para mí meditar es...

  • Aprender a estar conmigo misma, que no es siempre fácil. “Pero si estoy conmigo desde que nací” -pensarás- Pues no… Si lo piensas con detenimiento, ¿cuánto tiempo has pasado contigo realmente, prestándote atención de verdad, sin distracciones -ni música, ni tele, ni whatsapp-, echando un ojo a qué tipo de pensamientos piensas o a cuál es esa emoción que lleva tiempo acompañándote...? Apuesto a que muy poco...
  • Perderme el miedo. ¿Que no te tienes miedo a ti, dices? Si te miras con ojos honestos, reconocerás que ante el mínimo sentimiento desagradable- (preocupación, tristeza, rabia, rencor, celos…) sales corriendo a consultar el Facebook, te pones la radio, abres la nevera, te vas de compras, o quedas para tomarte una caña… Eso se llama huir… no pasa nada, es humano, lo hacemos todos, pero solo se huye de aquello a lo que se le tiene miedo…
  • Aprender a quererme. Encontrar un tiempo y un espacio para escucharme me permite construir una relación de intimidad conmigo misma. En ese lugar puedo darme cuenta de lo que realmente necesito y dármelo. Por otro lado, el compromiso de asistir a esa cita diaria conmigo me inculca el auto respeto y, si yo me respeto, es más complicado que permita que los demás no lo hagan.
  • Recordarme mi coraje. Exponerme durante unos minutos a sentir de verdad la ira, el rencor, la tristeza o el vacío que haya dentro de mí en ese momento en lugar de ignorarlo, reprimirlo o evadirme requiere una considerable dosis de valentía, créeme. Además, me ayuda a comprobar una y otra vez que temo mucho más a lo que imagino que son las cosas que a las cosas en sí mismas.
  • Comprender y aceptar lo que no me gusta de mí para poder cambiarlo. Es imposible cambiar lo que no me perdono, lo que me echo en cara o lo que no comprendo porque cuando lo que me empuja al cambio es el rechazo, el cambio no dura, no es real.
  • Trabajar por mi serenidad en vez de simplemente desearla. Entrenando la atención a la respiración y con distintas técnicas enseño a mi cuerpo a calmarse a sí mismo, a generar la serenidad que necesita. Échale un vistazo a este artículo
  • Entrenarme en una disciplina amable. Para conseguir casi todo en esta vida hace falta un mínimo de disciplina y tesón. Yo siempre he pensado que soy poco disciplinada y, mira… qué más disciplina que sentarse todos los días unos minutos a observar (aunque a veces no apetezca).
  • Trabajar por neutralizar aquello de mí que causa dolor tanto a mí como a los demás: mis reacciones automáticas, mis emociones reprimidas..., etc. ¿Quiere esto decir que desde que medito ya no salto? No..., pero salto con menos frecuencia, a menor altura y las aguas vuelven antes a su cauce... Y ya no me torturo porque haya sucedido porque ahora comprendo que no pudo ser de otra manera y que lo único que está en mi mano es seguir trabajando para ampliar mi conciencia.
  • Comprenderme para comprenderte a ti mejor. Es muy difícil empatizar de corazón con el prójimo cuando uno no es capaz de comprenderse ni a sí mismo.
  • Rescatar mi creatividad. Yo pensaba que no era muy creativa, pero ufff ¡no es cierto! Meditando a veces accedo a ese espacio donde las  ideas existen libremente y yo puedo verlas bailar. Muchas buenas ideas me han surgido meditando.
  • Acceder a ese lugar esencial donde es posible sentir que, pase lo que pase, podré volver a estar estar bien porque algo dentro de mí es inalterable.
  • Recordar que el sufrimiento surge cuando me resisto a sentir el dolor y que el camino pasa por dejar de luchar contra él cuando aparece para que pueda marcharse cuando haya cumplido su función.
  • Acercarme a mi inconsciente, que guarda las claves de por qué soy como soy, por qué persigo lo que persigo y temo lo que temo.
  • Meditar es entrenarme es permanecer aquí y ahora, en el momento presente. Esa capacidad es la que me permite disfrutar verdaderamente de la vida.

El silencio guarda muchos misterios y grandes tesoros sobre cada uno de nosotros y sobre todo lo que Es. Meditando me siento a esperar que de vez en cuando se me desvele un trocito de alguno que me permita comprenderme mejor para ser más feliz, que es a lo que he venido aquí.

Un regalito

Quiero hacerte un regalo. Si te apetece empezar a meditar, aquí tienes una sencilla práctica guiada de atención a la respiración para que te inicies. Puedes descargarla y escucharla donde y cuando quieras. Recuerda que, como toda práctica, requiere continuidad para experimentar beneficios permanentes. Espero que te guste.

https://menteencalma.com/wp-content/uploads/2017/01/Anteción-a-la-respiración-con-intro.mp3

Y, si te gusta, y te apetece iniciarte en esto del mindfulness conmigo, échale un vistazo al RETO 21 DÍAS o contactarme para un acompañamiento personalizado.

Un abrazo,

Olaya

 

 

Publicado en: Autoconocimiento, meditación, Sin categoría Etiquetado como: ansiedad, atención plena, ejercicio de mindfulness, meditación, mente en blanco, mindfulness, vivir sin ansiedad, vivirsinansiedad

La Meditación no es un Paracetamol

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

Meditación y Mindfulness

Este artículo está escrito por una autora invitada. Te la presento: Lourdes Perez de SlowLou, Activadora de conciencias, mentora y guía en el camino hacia la liberación mental. 

 

archipielagoTras más de una década volcada en comprender y experimentar lo que llama el funcionamiento secreto de la mente, Lou utiliza la meditación profunda y la psicología budista como herramientas para entender qué significa de verdad ser feliz y cómo liberarnos de la insatisfacción que nos mueve a correr como pollos sin cabeza.

Te dejo con ella...

 

Muchos alumnos me preguntan cómo pueden mantener la calma y la ecuanimidad en la carrera diaria de trabajo, familia, obligaciones sociales, planes, objetivos, etc.

Es común en el mundo occidental usar la meditación o el mindfulness como un paracetamol: una cura momentánea y externa a un problema recurrente e interno.

Vivimos en una sociedad y en un momento en el que se glorifica el hacer y el conseguir. Medimos el éxito de una persona por sus logros profesionales, económicos y sociales. No llegamos ni a cuestionarnos lo que ocurre en las capas menos superficiales, las capas emocionales y mentales de las personas que consideramos de éxito. De este modo creamos un halo de atracción hacia la forma, hacia las apariencias y dejamos de lado lo que supone a niveles más profundos estar a la altura del estándar que nosotros mismos hemos dibujado en nuestra imaginación.

Las expectativas que ponemos sobre nosotros mismos y sobre los demás no son más que ideas que aparecen en nuestra mente basadas en comparaciones, miedos, juicios y necesidades de más y mejor. Basamos nuestro éxito personal en el supuesto éxito que imaginamos en otros: o estamos por encima, o por debajo o más o menos al mismo nivel.

Mientras mantenemos la atención en lo que ocurre fuera y alimentamos nuestros objetivos, nuestras motivaciones y nuestros pensamientos con carencias, necesidades, expectativas y prisas relegamos a un segundo plano la fuente y causa real que provoca ese malestar que nos lleva a correr como pollos sin cabeza.

No está mal tener objetivos en la vida, ya sean personales o profesionales. De hecho, en un trabajo de desarrollo personal es muy positivo pensar que podemos mejorar, que hay camino por recorrer. La dificultar de desarrollo aparece cuando ponemos el foco en el lugar equivocado.

La vida ocurre a nuestro alrededor todo el tiempo, en nuestro cuerpo todo el tiempo. Pero la manera de entenderla, lo que creemos que es verdad, bueno y necesario, así como lo que creemos es mentira, malo y a evitar, sólo existe en nuestra mente. Nuestra mente interpreta lo que ocurre a nuestro alrededor todo el tiempo. Esto no sería un obstáculo si viésemos las cosas con una mente clara, pero nuestra mente está en constante caos, ruido y engaño: fuera o, como mucho, en las capas superficiales de nuestro malestar.

Vivimos creyendo que sabemos lo que no sabemos, usamos nuestro caos mental como referencia y, claro, luego las cosas no cuadran y ni si quiera nos planteamos que hay un error de base.

Juzgamos las circunstancias que nos rodean basándonos en creencias, experiencias interpretadas y reinterpretadas y, aún cuando nos falta información para saber realmente lo que está pasando ahí fuera (sus causas, sus condiciones cooperantes, lo que eso puede significar para otros) creemos ciegamente que sí sabemos, que lo que vemos o experimentamos es lo que nuestra mente nos dice que es y reforzamos a cada paso la ilusión de que actuamos basados en hechos y no basados en ideas, prejuicios, miedos, preconcepciones y expectativas.

¿Realmente somos capaces de saber por qué alguien hace o dice algo?

¿Realmente podemos tener la certeza de que entendemos las situaciones a nuestro alrededor al cien por cien? ¿Estamos seguros de las consecuencias de largo alcance de las decisiones que tomamos cada día? Siempre nos falta información y siempre estamos asumiendo, esperando, interpretando... es a causa de perpetuar constantemente este engaño que seguimos creyendo que nuestra mente es la que nos informa de la verdad, en lugar de darnos cuenta de que nuestra mente simplemente interpreta la verdad de modo que cuadre con nuestra manera de entender el mundo que nos rodea.

Hay que ver el engaño

No importa cuantos minutos al día dediquemos a la meditación, al mindfulness o cualquier otra técnica para reconectar con el centro. Si no somos capaces de ver que fuera de la práctica volvemos a entrar en el engaño, esos diez o quince minutos de cerrar los ojos y respirar sólo nos sirven para coger impulso y seguir en el mismo loop de engaño, sufrimiento, extenuación, descanso, calma y de nuevo engaño, sufrimiento, extenuación... ¿lo ves?

Hace más de diez años el budismo llamó a mi puerta. El nivel de claridad y de responsabilidad que se plantaron delante mío fue abrumador... fue una llamada de atención muy potente, un trabajo muy intenso pero un mapa de ruta muy claro con unas explicaciones muy lógicas. Lo que me atrapó fue la constante necesidad de observación y práctica. En budismo no sirve de nada leer y estudiar, entender intelectualmente o creerse las cosas, hay que verlo por uno mismo. Es por eso que este camino tiene tantas instrucciones, antídotos para cada obstáculo y un detallado trabajo psicológico que te aparta de la fantasía, de la imaginería y de los artificios de cualquier otra religión.

Es lógico que no le cuadre a todo el mundo y mucho menos en la sociedad del ”fácil, rápido y a mi manera”, pero hay conceptos básicos que si fueran observados y comprendidos le darían un vuelco importante a muchas personas.

El paradigma me boicotea

Si realmente queremos ver dónde está la causa de esa carrera, de esa insatisfacción, de esa necesidad de más, mejor, diferente que nunca termina... si yo quiero parar y descansar de verdad mi mente, encontrar la motivación que se autoalimenta con amor y paz necesito entender que el paradigma desde el que me estoy moviendo es el que me está boicoteando.

Desde hace ya un año acompaño a mis alumnos en este camino de comprensión y auto-exploración, con los textos de la web, los artículos de estudio privados, el grupo de facebook y los vídeos intento transmitir estas comprensiones sin necesidad de entrar en rituales ni prácticas cien por cien budistas. Al final es psicología aplicada, no hay esoterismo ni teatro, no es necesario incienso, velas ni figuras del Buddha, es algo que podemos ver y practicar todos.

Para comprender todos estos conceptos: la mente condicionada, el sufrimiento inherente que parece que nunca desaparece del todo, las emociones negativas, la interpretación subjetiva de la realidad... así como la ecuanimidad, la compasión, la visión clara y la liberación del sufrimiento, creé el curso online en audio ”Retorno a la Presencia” [ya no disponible].

La ciencia y la psicología ya han demostrado lo que hace tiempo filosofías y religiones antiguas venían apuntando. Por fin hoy podemos hacer el trabajo de re-conexión, de comprensión y de desarrollo de la claridad mental sin tener que claudicar a dogmas de fe: simplemente hace falta observar y dejar que sea nuestra propia experiencia la que nos dé las respuestas.

Retorno a la presencia es un curso en audio con el que serás capaz de comprender dónde están los errores de percepción en tu experiencia vital, dónde se esconde la felicidad duradera y cómo ir quitando poco a poco las capas que han cubierto hasta hoy tu naturaleza esencial, tu naturaleza en equilibrio.

Ojalá que seamos cada vez más personas las que nos damos cuenta de que es necesario tomar conciencia del caos herrático en el que nos hemos inducido, no solo para nuestro equilibrio emocional sino también para construir sociedades más amorosas y pacíficas.

Muchas gracias Olaya por dejarme un rinconcito de tu web para llevar este mensaje a tus lectores.

Espero que te haya gustado este artículo de Lourdes. Si quieres iniciarte en mindfulness, Menteencalma te ofrece tres buenas opciones.

  • Iniciación Reto21Días: un programa 100% práctico que te permitirá iniciarte en la atención plena de forma muy sencilla, amena y totalmente guiada, dedicando solo 10 minutos al día.
  • Aprendizaje  El programa Cinco Semanas de Mindfulness para Reducir la Ansiedad es una completa inmersión en la atención plena a través de audios, vídeos y prácticas variadas que te permitirá reducir los síntomas de forma notable, conocerte mejor y hacerte con herramientas efectivas para gestionar las emociones difíciles.
  • Entrenamiento Si ya has comprobado lo bien que te sienta la práctica, pero no consigues instaurar un hábito o  quieres ejercicios nuevos con las que profundizar, Mindful365 es el programa que necesitas.

O si lo prefieres también puedes optar por un acompañamiento personalizado. Contacta para más información

Publicado en: Autoconocimiento, meditación, Sin categoría Etiquetado como: ansiedad, atención plena, ejercicio de mindfulness, meditación, mente en blanco, mindfulness, vivirsinansiedad

Barra lateral principal

Soy Olaya

Consultora Experta en Mindfulness y Compasión y me
dedico a ayudar a mujeres que se sienten limitadas por la ansiedad y el malestar emocional a reducirla de forma efectiva y natural a través del entrenamiento mental y el autoconocimiento. ¡Bienvenida! Leer Más…

Buscar en esta web

  • Privacidad y Cookies
  • Aviso Legal
  • Condiciones
logo
This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish.Accept Read More
Privacy & Cookies Policy

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR