• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral principal

Mente en Calma

  • INICIO
  • Ansiedad
  • Autoestima
  • Reto21Días
  • Libérate
  • Mindful365
  • GRATIS
    • De la Ansiedad a la Calma
    • Tres errores con tu ansiedad
    • 11 Claves de Bienestar
  • Contacta

ansiedad síntomas

Qué hacer cuando el miedo a morir no te deja vivir

por Olaya M. Acebal 2 comentarios

Miedo a morir

Muchos de nosotros pasamos gran cantidad de tiempo de nuestra vida temiendo morir o temiendo la muerte de otros. El miedo a la enfermedad y el miedo a la muerte son muy poderosos y paralizantes y generan mucho sufrimiento. Hoy te planteo algunas cuestiones al respecto.

Te confieso que me senté a escribir un artículo sobre el disfrute y, cosas de la vida, me ha salido un artículo sobre el miedo a la muerte… curioso, ¿verdad? Pues no es casualidad, tiene mucha relación. El miedo a morir es natural, sensato y humano, forma parte de nuestro instinto de supervivencia (sí ese que siempre nos está jugando malas pasadas). Si no tuviéramos miedo a morir nuestras probabilidades de sobrevivir serían mucho más bajas.

Gracias a ese instinto que nos empuja a agarrarnos a la vida, tomamos decisiones que nos protegen. Ante una enfermedad propia o de alguien cercano es lógico que aparezcan más pensamientos de ese cariz, incluso que lo hagan de vez en cuando, pero si no existe tal circunstancia y aun así el miedo desmedido a la muerte nos visita a menudo estamos hablando de otra cosa.

La tanatofobia

Así lo llaman (por cierto, ¡qué palabra, verdad!) y genera un nivel importante de angustia y desasosiego entre muchas personas . En ella juegan un papel relevante varios asuntos.

  1. La muerte se ha convertido en el mayor de los tabúes

Como sociedad hemos desterrado la muerte de nuestra realidad cotidiana (de otra forma sería difícil que funcionara el consumismo atroz que mueve el mundo).

Hoy en día vivimos prácticamente ajenos a que el río natural e irremediable de la vida termina sí o sí en la mar, que es el morir, como decía Jorge Manrique. Leía en un artículo que hemos condenado a la clandestinidad al más natural de los acontecimientos: la muerte. Y es verdad, todavía recuerdo la fuerte impresión que recibí cuando hace ya años alguien muy cercano a mí me contó que, de pequeña, ella solía jugar entre muertos con una amiga cuyo padre tenía una funeraria. Los muertos no eran objeto de juego -claro que no-; ellos solo formaban parte del escenario. La muerte estaba, de ese modo, presente en su vida como algo normalizado y natural.

Hoy en día, sin embargo, la muerte ha sido tan apartada de nuestra conciencia cotidiana que cuando alguien pronuncia la palabra nos surge un rechazo profundo, un pudor, una incomodidad mezclada con miedo a mentarla no vaya a ser… Y es natural y bueno no querer que llegue, lo que no es sano es vivir obsesionados con la posibilidad de que lo haga o completamente ajenos a la realidad de que tarde o temprano llegará.

Pregunta Krishnamurti: ¿Tiene realmente miedo a morir o miedo a la imagen que ha creado de la muerte? ¿Es la palabra “muerte” la que causa miedo o es la muerte real?

  1. El apego a lo que solo está de paso, incluida nuestra propia existencia

Por otro lado, el miedo desmedido a morir también está motivado con que flaquea la ilusión de permanencia en la que vivimos. Desarrollamos apegos fortísimos a lo que en realidad ni nos pertenece ni durará para siempre.

¿A qué me refiero? A todo…  Si lo pensamos detenidamente nos daremos cuenta de que todo está en constante cambio. Mis seres queridos, por más que los adore con toda mi alma, no me pertenecen, no son míos, su presencia no es mi derecho ni su obligación, sino un regalo de la Vida a disfrutar mientras se pueda porque tarde o temprano se irán… como yo, que también me iré…

En Mindfulness trabajamos el desapego: cobrar conciencia -desde la mente, el cuerpo y el corazón- de esa impermanencia, de esa ficción en la que elegimos vivir cuando nos aferramos a lo que no nos pertenece y soltarla. Quizás te suene heavy, pero vivir en la ilusión de que las cosas siempre serán como son, ignorando -no sin esfuerzo- el curso natural de la vida solo nos aporta una falsa sensación de seguridad que, a la hora de la verdad, resulta muy frágil.

Aferrándonos a lo que irremediablemente nos será arrebatado antes o después solo contribuimos a generarnos ansiedad y sufrimiento.  Y, aunque no es fácil, trabajar el soltar con paciencia, suavidad y ternura resulta tremendamente liberador. Y en Mindfulness Transpersonal nos dedicamos también a eso.

Así, cuando tomamos conciencia y aceptamos la realidad desde el corazón podemos empezar a disfrutar de los nuestros y de la vida de una manera mucho más intensa, sana y libre. Dejaremos de intentar cambiarlos para que se ajusten a nuestros deseos y expectativas y empezaremos a permitirles ser quien son y a disfrutarlos en su perfecta singularidad. Nos haremos conscientes de que este momento en el que están y estamos es único e irrepetible, es oro y pasará, y la única opción inteligente y a favor de la Vida es dejar de darnos por hecho y empezar a sacarle todo el jugo a cada momento.

Cuando el miedo a morir se convierte en obsesión

Cuando el miedo a la muerte se convierte en obsesivo resulta muy angustiante y paralizador. Pero la buena noticia es que en el veneno se encuentra el antídoto. Lejos de lo que pueda parecer, la obsesión surge para algo: tiene un objetivo, un mensaje y si lo desciframos, no solo reduciremos la frecuencia e intensidad de las imágenes y nuestro nivel de sufrimiento, sino que le habremos dado sentido. Así lo he comprobado en primera persona.

Yo me relaciono muy de cerca con el miedo a la muerte; recuerdo desde siempre sentir un pavor paralizante ante cada sensación desconocida que percibía en mi cuerpo. Mi cabeza auguraba siempre una enfermedad fatal. Y eso -cómo no- me ha hecho sufrir mucho y estar siempre en guardia… Mi falta de relación con la muerte era total. Por un lado, porque la Vida me ha tratado bien en este sentido y por otro porque en mi casa no se habla de eso. Y cuando no ha quedado más remedio que mencionar algún caso cercano, siempre la expresión es de aversión, consternación y horror profundos.

¿Qué mensaje se esconde tras la obsesión?

Te voy a contar lo que yo descubrí producto de mi propio trabajo personal: yo tenía tanto miedo a morir porque, en el fondo, no disfrutaba de la vida. Así es… no tenía ningún problema objetivo que me impidiera disfrutar, pero no lo hacía. Mi mente siempre pensaba que lo bueno estaba por llegar y que el presente era una especie de sala de espera. Vivía con la mente y el corazón puestos en un futuro imaginado e “ideal” o atascada en un pasado que no lograba superar y, mientras tanto, la vida de verdad, la única que existe -el presente- pasaba de largo como si nada... Estaba transitando por la vida de puntillas. Sin saber a dónde me dirigía ni por qué o para qué y ni siquiera me daba cuenta.

Cuando comencé a practicar meditación comprendí que el único sitio donde realmente se puede vivir es aquí y ahora y me comprometí a dejar de vagar sin sentido por el pasado que duele y futuro al que temo. Cuando me decidí a descubrirme y a comprometerme con mi felicidad emergió una especie de serenidad con respecto a la muerte. De hecho, la misma búsqueda ya le otorgó un significado más profundo a mi vida.

Descubrí que mi obsesión, mi miedo desmedido era un avisador de que no estaba aprovechando la vida, dándole sentido.

Y no estoy hablando de grandes cosas, sino de vivir el presente en el sentido más literal. Cuando empiezas a hacerlo te das cuenta de lo mucho que en realidad tienes, de la maravilla que te rodea pero que has ninguneado por vivir pendiente de eso que no se ajusta a tu expectativa o de un ideal que, como tal, nunca llegará y te está robando la vida. Eso que, por otro lado, tanto temes perder.

E insisto, no se trata de dejarlo todo e irse a living la vida loca, sino de plantearse ciertas cosas, de comprometerse con la propia felicidad y de encontrar el coraje para ser quien uno es. Encontrar la coherencia entre lo que soy, lo que muestro, lo que hago y cómo lo hago. Pero el primer paso siempre es averiguar quién soy.

Cuando me decidí a ello algo en mi relación con la muerte cambió. La obsesión solo me estaba empujando a un cambio necesario, pero yo no la entendía. Creía que era mi mente torturándome, pero no… Era mi yo más esencial gritando para que empezara a darle sentido a mi tiempo de vida. Menos mal que aprendí a escucharla… GRACIAS.

He comprobado que si hago que cada día que vivo merezca la pena para mí, lo disfruto y le saco todo el jugo que puedo algo se calma en mi interior con respecto a la muerte. Es curioso…

¿El miedo a la muerte te obsesiona?

Si es tu caso, te planteo lo siguiente: ¿disfrutas de tu vida?

  • ¿La vida que tienes es la que realmente quieres, necesitas y tiene sentido para ti? (Si esta pregunta te incomoda, seguramente la respuesta sea “no”)

  • ¿Ves con claridad qué está en tu mano cambiar y qué no?

  • ¿Sientes el coraje para tomar las acciones que sean necesarias?

Si has contestado no a las tres preguntas, no desesperes, es lo más normal del mundo: todos hemos pasado por ahí. Mi recomendación es que busques ayuda e inviertas tiempo y esfuerzo en conocerte:  es en dentro de ti donde encontrarás el coraje. Hay muchas técnicas de auto conocimiento e introspección que pueden ayudarte. Mi favorita por propia experiencia es el Mindfulness.

Comprométete en serio y de una vez con tu felicidad: ¿qué está en tu mano hacer para dotar de mayor sentido a tu vida?

Te mando un fuerte abrazo,

Olaya

 

¿Quieres iniciarte en mindfulness? puedes apuntarte a un curso presencial que haya cerca de donde vives.  Y si no lo encuentras, o no encaja en tu horario, Menteencalma te ofrece tres buenas opciones.

  • Iniciación Reto21Días: un programa 100% práctico que te permitirá iniciarte en la atención plena de forma muy sencilla, amena y totalmente guiada, dedicando solo 10 minutos al día.
  • Aprendizaje  El programa Cinco Semanas de Mindfulness para Reducir la Ansiedad es una completa inmersión en la atención plena a través de audios, vídeos y prácticas variadas que te permitirá reducir los síntomas de forma notable, conocerte mejor y hacerte con herramientas efectivas para gestionar las emociones difíciles.
  • Entrenamiento Si ya has comprobado lo bien que te sienta la práctica, pero no consigues instaurar un hábito o  quieres ejercicios nuevos con las que profundizar, Mindful365 es el programa que necesitas.

O si lo prefieres también puedes optar por un acompañamiento personalizado. Contacta para más información

Publicado en: Ansiedad, Fobia Etiquetado como: ansiedad síntomas, atención plena, miedo a la muerte, miedo a morir, mindfulness, reducir la ansiedad, tanatofobia, tratamiento para la ansiedad, vivir sin ansiedad

Un Maravilloso Ejercicio de Mindfulness

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

¿Estrés o Ansiedad? Un ejercicio de mindfulness, por favor.

Hoy en día llevamos un trajín imposible, nos exigen (y nos exigimos) llegar a todo, ser perfectos, los más guapos, caer fenomenal, ascender, tener buen cuerpo, permanecer jóvenes, ser buenos padres, “progresar”… Esta carrera IMPOSIBLE puede terminar conduciéndonos a la ansiedad, al estrés y a la insatisfacción vital.

¿Sabías que las enfermedades crónicas relacionadas con el estrés son la principal causa de muerte en los países desarrollados? Eso dice un informe de la Organización Mundial de la Salud publicado en 2010. No es de extrañar si te paras a pensar en la cantidad de exigencias que nos ponen (y nos ponemos).

El estrés surge cuando sentimos que la demanda a la que estamos sometidos supera nuestros recursos para satisfacerla. A veces es así y es imperativo reducir el nivel inhumano de actividad; otras, es solo nuestra pobre percepción de los recursos de los que disponemos pero, en cualquier caso, el estrés no es gratis y prolongado en el tiempo puede tener consecuencias nada deseables como la aparición de enfermedades serias.

¿Te sientes estresada?

Pues actúa. No esperes a que el cuerpo te obligue a ello. Uno de las razones de ser de Menteencalma.com es convencerte de la necesidad de que te conviertas en gestor activo de tu salud y ayudarte a ello. El Mindfulness es una de las técnicas más eficaces contra el estrés y te propone sencillos ejercicios que, introducidos en tu día a día, pueden suponer un cambio sustancial.  Y quiero que experimentes un ejercicio de mindfulness por ti misma.

Hoy te propongo una breve y sencilla práctica que no te llevará más de dos minutos y, sin embargo, marcará la diferencia en tu día a día.

Prueba a hacerla esta semana todos los días, observa qué cambia y cuéntamelo. La práctica se llama STOP y solo te llevará dos minutos. El objetivo  es sacarte por unos instantes de ese círculo de inconsciencia y automatismo en el que vivimos.

Durante esos dos minutos de conciencia vuelves al aquí y al ahora a través de la respiración y el cuerpo. La respiración consciente y pausada te trae al presente y te ayuda a relajarte. Por unos instantes permites que el cuerpo, la mente y el corazón se escuchen.

Durante el ejercicio puede que descubras que estás apretando la mandíbula o el estómago. Quizás observes que tus hombros están levantados o sencillamente sientas hambre o cansancio. Lo importante es que recuerdes la necesidad de contactar con tu cuerpo y volver al presente.

Un ejercicio de mindfulness genial

Practica el STOP

Ponte una alarma en 2 momentos diferentes del día para detenerte unos instantes, respirar y observar lo que ocurre en ti…

Este ejercicio solo te llevará dos minutos y los beneficios son grandes. Te lo garantizo

Estos son los pasos a seguir:

Cuando suene la alarma, practica el STOP

  • S   Stop, detente… Si puedes levántate y sal de donde estés un minuto

  • T   Toma aire, respira lenta y profundamente un par de veces, alargando la             expiración…  

  • O  Observa con cariño y sin juicio las sensaciones que percibes en tu cuerpo, ¿qué sientes y dónde?

  • P   Prosigue con lo que estabas haciendo, continúa desde la consciencia

**Recuerda que observes lo que observes, está bien, es lo que hay. No lo rechaces, no te rechaces. Solo hazte consciente de ello. **


Deberás poner en marcha tu creatividad para poder adaptar este ejercicio de mindfulness a tus circunstancias y a cada momento. A veces no te será posible salir de donde estés, pero quizás puedas levantarte, otras puede que tengas que permanecer en tu silla. No pasa nada, el movimiento es -en realidad- interno; consiste en trasladar el foco de tu atención a la respiración y conectar con tu cuerpo durante unos instantes, y eso puede hacerse en cualquier momento.

Y lo que ya sería la bomba es que esta semana, además de hacer este breve ejercicio dos veces al día, reservases diez minutitos para sentarte a hacer la meditación guiada que encontrarás al final de mi artículo de la semana pasada. Así estarías combinando práctica formal e informal: la fórmula perfecta para reducir el estrés y la ansiedad.

Anímate a probar y cuéntame qué tal. Notarás la diferencia.

Un abrazo,

Olaya

¿Quieres practicar mindfulness conmigo? te ofrezco tres buenas opciones.

  • Iniciación Reto21Días: un programa 100% práctico que te permitirá iniciarte en la atención plena de forma muy sencilla, amena y totalmente guiada, dedicando solo 10 minutos al día.
  • Aprendizaje  El programa Cinco Semanas de Mindfulness para Reducir la Ansiedad es una completa inmersión en la atención plena a través de audios, vídeos y prácticas variadas que te permitirá reducir los síntomas de forma notable, conocerte mejor y hacerte con herramientas efectivas para gestionar las emociones difíciles.
  • Entrenamiento Si ya has comprobado lo bien que te sienta la práctica, pero no consigues instaurar un hábito o  quieres ejercicios nuevos con las que profundizar, Mindful365 es el programa que necesitas.

O si lo prefieres también puedes optar por un acompañamiento personalizado. Contacta para más información

Publicado en: Ansiedad, Ejercicio de mindfulness, Estrés, Sin categoría Etiquetado como: ansiedad, ansiedad síntomas, ataque de ansiedad, ejercicio de mindfulness, estres, vivesinansiedad, vivirsinansiedad

Cómo reducir la ansiedad en Navidad

por Olaya M. Acebal Deja un comentario

Evitar la Ansiedad en Navidad

 

Se supone que la Navidad es tiempo de alegría y felicidad, pero para aproximadamente el 50% de la población supone un aumento del estrés y la ansiedad. Esa imagen de la familia feliz alrededor una mesa llena de ostentosos manjares y muchos regalos no se corresponde con la realidad de muchos. Identificar de antemano lo que nos estresa y planificar estrategias puede ayudarnos a vivir unas fiestas más relajadas.

 

Mindfulness nos enseña que la irritabilidad, la angustia o la sensación de vacío dependen realmente de cómo nos tomamos las cosas, de cómo nos posicionamos ante una situación concreta y no tanto de la circunstancia en sí misma.

Por ejemplo, nuestra idea prefabricada de “cómo debería ser la Navidad” tiene incidencia directa sobre cómo nos sentimos con respecto a nuestra Navidad concreta. Si tenemos ciertas creencias sobre cómo nos deberíamos sentir, qué aspecto debería tener todo, cómo se deberían comportar los demás o qué imagen debería dar, nos costará mucho más relajarnos y disfrutar.

Nada tiene que ser de ninguna forma especial, permítete sentirte como te sientes y permíteselo también a los demás. Obsesionarnos con lo que "no es correcto" de acuerdo con nuestras creencias de catálogo, secuestra nuestra atención y nos lleva a perdernos lo bueno que sí nos ofrecen ciertas situaciones.

Son muchos los factores estresores en estas fechas; ser capaz de identificarlos y tomar decisiones con antelación respecto a ellos nos ayudará a tomarnos las cosas de otra manera. El secreto está en alcanzar un equilibrio saludable entre coherencia personal y generosidad.

1. Los conflictos familiares

A muchos no les gusta la Navidad porque piensan que su cena de Nochebuena debería ser como un anuncio de El Almendro y la realidad va por otro lado. No existen las familias perfectas donde todo el mundo dice lo que piensa y nadie se enfada, donde todos beben lo justo, todos se alegran de ver a todos y siempre reina la paz y la armonía. No, en todas las casas cuecen habas. 

Trivializa un poco: ten en cuenta que es solo un día, un evento puntual que terminará en unas horas. Presta atención a quién estás haciendo feliz con tu presencia, busca la compañía de las personas con las que mejor te sientes y siéntete agradecida por poder pasar algo de tiempo con ellas.

Por otro lado, no te sientas obligada a tomar partido en los conflictos: cuando las cosas no dependen de ti, suelta el control y acepta (Mindfulness es especialmente útil para esto).

2. Gastos excesivos

Es frecuente que en Navidad acabemos gastando cantidades ingentes de dinero en regalos, eventos y delicatessen incluso cuando no nos viene nada bien

Si tu situación económica hace que regalar a todo quisqui sea un esfuerzo excesivo, pierde todo el sentido. ¿Tú querrías que alguien lo pasara mal por sentirse obligado a hacerte un regalo? Pues no te hagas a ti lo mismo. Incluso si, pudiendo, no estás de acuerdo con esa manera de hacer, no lo hagas: sé coherente contigo.

 Las costumbres están para romperlas o adaptarlas cuando las circunstancias ya no las justifican.

No pasa nada por expresar la circunstancia y proponer alternativas como un regalo por adulto y organizarse para ver quién regala a quién a modo de amigo invisible o sugerir que este año los regalos tengan más valor simbólico que económico (esto conlleva un esfuerzo extra de tiempo y dedicación y puede ser mucho más emotivo).

Te sorprenderá, pero seguro que muchos familiares piensan igual -aunque no se atreven a decirlo- y se sentirán aliviados con tu propuesta. En todo caso, valora tu situación económica, márcate un presupuesto sensato y cíñete a él. Nadie más que tú te obliga a gastar más de lo que puedes.

Igualmente, no es necesario cenar angulas, en internet puedes encontrar menús de Navidad deliciosos a precio razonable. De la misma forma, no te sientas obligado a asistir a todos los eventos: prioriza. Piensa en cuáles son importantes PARA TI.

3. Eventos sociales con personas a las que no me apetece ver.

Suele pasar que prestamos toda nuestra atención a aquellas personas que nos generan emociones menos agradables. Pero dentro de los grupos con los que nos vamos a encontrar en las fiestas seguro que hay gente a la que sí te apetece ver (si no, ¿para qué vas?); concédeles al menos la misma importancia que a los otros, busca estratégicamente su compañía y céntrate en ellos.

Por otro lado, muchas veces es nuestra tendencia a etiquetar la que nos aleja de la diversión y abre la puerta al tedio. Te propongo un experimento: dale a la gente la oportunidad de que te sorprenda. Si te toca sentarte al lado del pesado, observa con atención a ver si es posible que en algún momento diga algo realmente interesante. Si es el típico graciosillo, quizás sea capaz de entablar una conversación más seria si se le da la oportunidad…  Desafía tus (pre) juicios: hazlo como un juego, ¡quizás te sorprendas!

4. La silla vacía

Estas épocas suelen ser especialmente difíciles cuando ha fallecido recientemente un familiar y su ausencia sobresale por encima de la presencia de los que sí están.

Es normal echar de menos y que duela. Huir del dolor no es posible y pretenderlo aumenta el sufrimiento. Igualmente, tampoco podemos evitarle el dolor a los demás no expresando el nuestro; de hecho, establecer una especie de pacto de silencio tácito puede aumentar la tensión y la ansiedad y aumentar más la tristeza. Todo el mundo necesita transitar por su dolor y expresarlo: hacer el duelo.

Planificar de antemano con la familia y amigos la mejor manera de recordar y honrar al ser querido que falta puede ayudar: compartir recuerdos y la pena de la ausencia es mejor que evitar artificialmente el tema. Si es necesario, recurre a un profesional que te ayude a sobrellevar mejor esta situación, para eso están.

5. Compatibilizar trabajo, vacaciones infantiles y preparación de fiestas.

Organizar menús, asistir a la función de navidad de los niños, hacer malabarismos para comprar sin ellos cuando están de vacaciones,  organizar viajes, preparar comidas para tropecientos mientras continúas con el horario laboral puede llegar a convertirse en una gymkana infernal.

Aquí el secreto está en la organización. Ponte metas realistas y sé funcional; no te tortures innecesariamente proponiéndote ser la anfitriona perfecta -esas no trabajaban fuera de casa y tenían quien se lo hacía todo ;), además no es necesario-: simplifica, pide colaboración, compra online y que te entreguen a domicilio, recurre a comida preparada (hay virguerías hoy en día). Hazte la vida fácil.

Durante la época navideña, dedícate tiempo a ti y a lo que te gusta hacer. Da paseos, descansa y dedica unos minutos cada días a meditar para conectar con tu serenidad y tu equilibrio; te ayudará mucho a gestionar las situaciones complicadas.

 

Un abrazo,

Olaya

P.D. Comienza ahora un entrenamiento en Mindfulness para aprender herramientas que te ayuden a gestionar mejor tus emociones. Infórmate aquí sobre el RETO21DÍAS Tres semanas de prácticas mindfulness distintas para reducir tu ansiedad y abrir la puerta a la calma  ¡100% online, guiado y ameno!

 

 

 

Publicado en: Ansiedad, ansiedad social, ataque de ansiedad, Estrés, Mindfulness, Sin categoría Etiquetado como: ansiedad, ansiedad síntomas, ansiedad social, atención plena, calmar la ansiedad, mindfulness, mindfulness para reducir la ansiedad, vivesinansiedad, vivirsinansiedad

6 pasos de Mindfulness para recuperar la calma ante un ataque de ansiedad.

por Olaya M. Acebal 3 comentarios

En la mayor parte de los casos el ataque de ansiedad no es el problema: el problema es lo que se esconde detrás. Vivimos la ansiedad como un gran obstáculo en nuestras vidas:  sentimos que nos limita, dejamos de hacer cosas y, con la repetición, termina llevándonos al agotamiento y al desánimo, pero la ansiedad es solo un síntoma, en realidad, aunque no te lo parezca.

Digamos que la ansiedad es la punta del iceberg: tu cuerpo gritando para llamar tu atención sobre lo que permanece oculto. La ansiedad eres tú suplicándote luz y acción.

Pues sí, la ansiedad es como ese piloto del coche que se enciende para avisarte de que tienes que cambiar el aceite. Un piloto incómodo, pero solo un avisador, al fin y al cabo. La cuestión es que hay que cambiar el aceite.

Muy probablemente tu cuerpo lleve tiempo intentando reclamar tu atención sobre algún asunto importante y tú no lo hayas querido, podido o sabido escuchar. Como último recurso y ante su repetido fracaso, no le ha quedado otra que empezar a gritar. Su grito es lo que llamamos "ataque de ansiedad".

 ¿Qué es lo que no estoy escuchando?

Si realmente no lo sabes -muchas veces sí lo sabemos pero no queremos verlo-, esa es tu tarea: averiguarlo. Debes descubrir qué es eso que llevas tiempo ignorando, eso que no estás atendiendo. Pero tranquila, tranquilo, aunque tú eres quien debe recorrer el camino, no tienes que hacerlo tú sola, hay profesionales de la ayuda que pueden caminar a tu lado, acompañarte y orientarte.

Quizás no estés viviendo en coherencia con quien realmente eres; puede que tengas heridas antiguas pero profundas que necesiten ser sanadas o quizás haya aspectos de ti que te hayas visto obligada a silenciar y estén clamando por ser reconocidos e integrados… Una cosa está clara:

Aquello de lo que huimos nos persigue

Por tanto, actuar sobre la punta del iceberg -sobre la ansiedad- conseguirá aliviarte (¡que ya es mucho!), pero no conviene engañarse: tu cuerpo y tu alma necesitan que atiendas el problema de fondo y, si no lo haces, buscarán la forma de llamar de nuevo tu atención.

El auto descubrimiento es un proceso, un camino precioso de amor hacia uno mismo. Y quererse de verdad tiene que ver con tomar las riendas de la propia felicidad y para ello es imprescindible asumir el compromiso de conocerse y de vivir siendo fiel a uno mismo.

 ¿Qué hacemos mientras tanto con los ataques de ansiedad?

Actuar en el punto álgido del “ataque de ansiedad” resulta muy complicado, incluso imposible. En los momentos críticos mi capacidad de respuesta consciente se anula y me convierto en una muñeca de trapo vapuleada por la intensidad de mis sensaciones físicas y emocionales. Es en las primeras fases cuando puedo elegir cómo me relaciono con eso que se me está presentando.

Por eso es crucial desarrollar consciencia corporal: será nuestro cuerpo el que nos vaya avisando de cuando se acerca un episodio. Si tengo comunicación fluida con mi cuerpo podré percibir los estadios tempranos, esos en los que todavía soy dueña de mí misma. Como bien sabes, una vez la cosa se desmadra hay ya poco que hacer…

Mi lucha causa mi sufrimiento

Esto es lo que he descubierto a raíz mi auto observación personal: el ataque de ansiedad en sí no es para tanto, soy yo quien lo convierte en un infierno cuando me enfrento a él, cuando me resisto a esas sensaciones y empiezo a hacer de todo para no sentirlas, para que se vayan.

Quiero compartir contigo el único recurso infalible: la rendición al momento presente, a lo que ya es. Cuando el ataque de ansiedad llega, ya está aquí, realmente hay poco que puedas hacer más que reconocerlo, aceptarlo y “darle tu permiso” para que se desarrolle y pase.

Escribo esto sabiendo que quizás te parezca una locura e incluso te genere enfado o rechazo profundo, pero desde mi propia experiencia -confirmada por los conocimientos adquiridos posteriormente- te garantizo que cuanto más intentas evitar sentir esas sensaciones, más poder les das y más insoportables se vuelven.

En resumen: nosotros mismos nos causamos la mayor parte del sufrimiento resistiéndonos a lo inevitable.

 

6 pasos para recuperar la calma ante un ataque de ansiedad

Personalmente, lo que mejor me ha funcionado en mi camino de superación de la ansiedad desmedida es un entrenamiento profundo y comprometido en meditación y  Mindfulness combinado con un proceso de auto descubrimiento acompañado. El Mindfulness te aporta valiosas herramientas para el día a día y, junto con la meditación, trae de vuelta a tu vida la serenidad y la claridad mental, lo que te permite dejar de ver monstruos donde no los hay. El auto conocimiento a través de cualquiera de las fórmulas disponibles, por su parte, te permite descubrir lo que puede estar ocultándose bajo tu ansiedad para sanarlo e integrarlo.

Pero, mientras te descubres, el camino más corto y menos doloroso ante un ataque de ansiedad es entregarse al momento presente tal cual es. Es dejar de luchar  en una batalla que no puedes ganar porque es contra ti misma. Estás luchando contra tu propio instinto de supervivencia, que es muy poderoso (y gracias a que lo es estamos hoy aquí).

En este artículo quiero compartir contigo mi receta personal para enfrentarme a un ataque de ansiedad. Está basada en técnicas Mindfulness de gestión emocional y personalizada con mi propia experiencia. Pero te adelanto la clave: dejar de luchar.

-¿Cómo? ¿Dejar de luchar? ¿rendirme? Pero entonces ¡me habrá ganado la batalla!

-¿Qué batalla?

Quizás todavía no te has dado cuenta, pero la guerra solo está en tu cabeza: no hay enemigo. Y, sin embargo, la gran cantidad de energía que empleas en ella te consume, te agota y merma tu confianza porque tienes la sensación de perder siempre.

Maestro, ¿cuál es el secreto de tu serenidad?

Cooperar incondicionalmente con lo inevitable

Estos son mis 6 pasos:

  1. Percibe los signos que te anuncian la ansiedad Todos olemos que se acerca ese momento de una forma u otra. Puede ser que se te entrecorte la respiración o que el nudo en el estómago se retuerza aún más. Yo, por ejemplo, noto presión en la garganta, pinchazos en las sienes y aparece lo que yo llamo “visión en túnel”. Cuando te des cuenta del primer síntoma:
  2. Párate y observa ¿qué sientes físicamente y dónde lo sientes? Respira lenta y profundamente tres o cuatro veces. Tu objetivo es el siguiente: observar con atención minuciosa cada sensación física y localizarla en el cuerpo.
  3. Date cuenta de tu rechazo a esos síntomas. Percibe tu desagrado. Date cuenta de que tu cuerpo está en tensión, peleando físicamente contra esas sensaciones.
  4. Ríndete: es inevitable Deja de luchar con las sensaciones: tus esfuerzos son en vano. Ríndete a ellas. Puedes ayudarte poniendo tu mano derecha cerca del corazón y diciéndote interiormente “es mi cuerpo haciendo el que cree que es su trabajo, no pasa nada, es desagradable, pero no durará”.
  5. Coopera: dales tu permiso a esas sensaciones para estar. Dite interiormente “Adelante, haced vuestro trabajo. Os doy permiso”.
  6. Observa cómo evolucionan mientras respiras. Dedícate a observar las sensaciones con cariño mientras respiras conscientemente. Permanece ahí unos instantes con ellas y observa cómo evolucionan.

Por último no te olvides de felicitarte y de reconocerte el gran trabajo realizado. Siéntete orgullosa u orgulloso de ti independientemente del resultado: lo que has hecho no es nada fácil.

Como es natural, estos pasos resultan más accesibles y fluidos cuando ya tienes cierto entrenamiento en Mindfulness, pero no dejes de darle una oportunidad a la receta aunque no hayas empezado tu entrenamiento todavía. La próxima vez que te haga falta, pruébalo y si te apetece compartir tu experiencia, escríbeme y cuéntame qué tal te ha ido, me encantará saberlo.

Recuerda que solo haciendo cosas diferentes podremos obtener resultados distintos.

Un fuerte abrazo,

Olaya

 

Si quieres poner freno a tu ansiedad, te ofrezco tres buenas opciones que se adaptan a tu

  • Iniciación Reto21Días: un programa 100% práctico que te permitirá iniciarte en la atención plena de forma muy sencilla, amena y totalmente guiada, dedicando solo 10 minutos al día.
  • Aprendizaje  El programa Cinco Semanas de Mindfulness para Reducir la Ansiedad es una completa inmersión en la atención plena a través de audios, vídeos y prácticas variadas que te permitirá reducir los síntomas de forma notable, conocerte mejor y hacerte con herramientas efectivas para gestionar las emociones difíciles.
  • Entrenamiento Si ya has comprobado lo bien que te sienta la práctica, pero no consigues instaurar un hábito o  quieres ejercicios nuevos con las que profundizar, Mindful365 es el programa que necesitas.

O si lo prefieres también puedes optar por un acompañamiento personalizado. Contacta para más información

Si te ha gustado el artículo, por favor ayúdame a difundirlo compartiéndolo. Gracias.

 

 

Publicado en: ataque de ansiedad, Sin categoría Etiquetado como: ansiedad, ansiedad síntomas, ataque de ansiedad, calmar la ansiedad, eliminar la ansiedad, mindfulness, vivir sin ansiedad

Barra lateral principal

Soy Olaya

Consultora Experta en Mindfulness y Compasión y me
dedico a ayudar a mujeres que se sienten limitadas por la ansiedad y el malestar emocional a reducirla de forma efectiva y natural a través del entrenamiento mental y el autoconocimiento. ¡Bienvenida! Leer Más…

Buscar en esta web

  • Privacidad y Cookies
  • Aviso Legal
  • Condiciones
logo
This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish.Accept Read More
Privacy & Cookies Policy

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR