Adiós rutinas, hola sensaciones. Las vacaciones de verano son un momento óptimo para despertar los sentidos y reconectar con el cuerpo, dejando atrás el automatismo que nos domina el resto del año. Descubre qué sencillos pasos puedes dar para disfrutar mucho más del verano gracias a mindfulness.
Es inmejorable la oportunidad que nos ofrecen las vacaciones de verano -que suelen ser las más largas que disfrutamos- para desconectar de las rutinas y el piloto automático y aprender a prestar verdadera atención a lo que sucede en el momento. Y ¡ojo!, aunque puede parecer sencillo, como casi todo, requiere de entrenamiento 😉
Prestar atención a lo que sucede es lo que llamamos entrar en modo ser: un estado sumamente receptivo y alerta; pero, a la vez, relajado que te conecta contigo a niveles profundos.
¿Cómo podemos empezar? Explorando sensaciones
1.- Deja entrar el oxígeno en tu cuerpo
Frente a la respiración habitual del día a día (rápida, automática, inconsciente), te propongo que pares dos o tres veces al día para regalarte 3 respiraciones conscientes: trata de inhalar y exhalar de forma lenta y profunda por la nariz, saboreando cada inspiración y notando cada espiración.
“La respiración es el puente que conecta la vida a la conciencia, que une tu cuerpo con tus pensamientos. Siempre que tu mente se distraiga, utiliza la respiración para volver a ser consciente de ella. Inhala con suavidad y lentitud, sabiendo que estás inhalando. Exhala luego todo el aire de tus pulmones, sabiendo que estás exhalando.”
Thich Nhat Hanh
De inicio, es normal que pueda resultar un poco complicado, incluso molesto, inhalar de forma muy profunda… ¡No te preocupes! Una alternativa que da muy buen resultado es empezar por el final. Prueba a exhalar primero expulsando todo el aire de tu cuerpo hasta vaciarte. En ese momento, ya estarás preparada para coger aire de nuevo ¡ya verás qué diferencia!
2.- Conviértete en sabueso
Huele la vida; utiliza el olfato cada día, en cada actividad. No te pierdas el olor del mar, la fragancia de la crema protectora, el aroma que ofrecen los paseos por la montaña, el olor que abre el apetito al llegar la comida… utiliza el olfato para descubrir nuevos lugares y costumbres.
No pases de puntilla por los olores, sin prestarles atención; déjalos entrar en ti, como si olieras no solo a través de tu nariz, sino por cada poro de tu piel.
3.- Siente
¡No dejes escapar nada sin sentirlo antes! Dale relevancia al aire que te acaricia la piel, a la sensación de hormigueo al pisar la arena. ¡Olvídate del pelo y sumerge la cabeza bajo el agua! buceando, prueba a adoptar posturas diferentes, incluso raras, y comprueba qué se siente.
4.- Presta atención a los sabores
Lo cotidiano es que comamos por mero hábito: sabemos que algo nos gusta y, básicamente, lo engullimos. ¿Qué tal si, para variar, ponemos foco en lo que estamos comiendo? ¿Por qué no cerrar un instante los ojos y prestar verdadera atención al sabor, la textura y lo que nos hace sentir cuando lo metemos en la boca? Descubrirás matices nuevos que hasta ese momento ¡simplemente pasaban desapercibidos!
5.- No mires sin más, observa
Todo, ¡absolutamente todo! puede resultar sumamente interesante si le prestes un poco de atención: las personas que tienes a tu alrededor y con las que te cruzas un instante en el trayecto, la espuma de las olas que rompen en la orilla de la playa, los animales que salen a tu encuentro en la calle o en la montaña… Observa de verdad lo que te rodea y presta atención a los matices que, por ejemplo, la luz de cada momento aporta a una escena determinada convirtiéndola en única e irrepetible.
6.- Mueve tu cu-cu 😊
Caminar, moverse, estirarse es fundamental para activar nuestra energía; y la mayor ventaja es que no necesitamos un ejercicio físico extremo para obtener beneficios, sino que una caminata moderada diaria puede ofrecernos ya importantes mejoras en nuestro bienestar. Elige tu momento preferido y ¡adelante! Quizá por la mañana para activar tu cuerpo y comenzar el día con energía y motivada; conectada contigo misma; o, a lo mejor, al atardecer, para liberar posibles tensiones y relajar la mente.
La clave, en cualquier caso, es ser consciente en los pasos: ya sea de cómo se hunde el pie en la arena o de en qué piedra nos apoyamos mientras exploramos un camino nuevo de montaña.
También, de cómo nos sentimos y cómo está nuestro cuerpo según avanzamos con cada pisada en el camino
7.- Zambúllete en la naturaleza
¡Salimos de nuestra rutina y de la ciudad por algo! Y la naturaleza nos brinda tantos aprendizajes… Los árboles, los pájaros y los ríos se respetan a sí mismos, tienen sus propios ritmos y están en paz con ellos. Los seres vivos que conforman el medio natural no ansían ser nada distinto a lo que son ni vivir una realidad alternativa; por eso el campo, la playa y la montaña nos renuevan de forma profunda cuando nos dejarnos contagiar por ese fluir sin resistencia a lo que ya es.
Desconectar de verdad en vacaciones tiene que ver con re-conectar con uno mismo, eso sin duda nos ayudará a vivir con menos ansiedad.
Vivir las vacaciones con atención plena, a través de la práctica de mindfulness, te permitirá regenerarte de verdad y entrenar tu mente para poder afrontar con mayor serenidad la vuelta a la rutina y gestionar mejor las etapas de estrés que se presenten.
Potencia tus vacaciones visitando el modo ser; te ayudará a experimentarte de forma diferente, a renovarte, a gestionar mejor posibles frustraciones en caso de que la realidad de las vacaciones no siempre se corresponda con tus expectativas (algo bastante común😂); y, lo más importante, darás el primer paso para instaurar un fantástico hábito que te permita transformar esa ansiedad en libertad, crecimiento y fortaleza.
Ponte en marcha estas mismas vacaciones, recuerda que tienes a tu disposición la Edición Especial de Verano del Programa de Cinco Semanas de Mindfulness, que cuenta con 💫3 súper bonus de lujo💫 y está diseñado para que aproveches esta maravillosa época del año y hagas algo importante por y para ti: entrenar tu mente con técnicas científicamente probadas que te permitan reducir la ansiedad y el estrés de forma efectiva y natural, mejorar tu salud física, mental y emocional y optimizar tu rendimiento.
¿A qué esperas? Deja de desear más serenidad y da el primer paso para conseguirla 😉
¡Feliz Verano!
CRISTINA dice
me encanta!
Olaya M. Acebal dice
Me alegro mucho, Cristina! Ponlo en práctica y cuéntanos qué tal 😉. Un abrazo!